Inteligencia artificial y la gente, por Mariana Gonzalez

OPINIÓN

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Robot Sofía / Foto: ITU Pictures

*Escribe Mariana Gonzalez, especialista en Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA. MBA, ITBA.

Lectura: 4 minutos

La IA, si bien es una de las disciplinas más recientes y parezca una novedad de los últimos tiempos es un concepto de mitad del siglo XX y el término Inteligencia artificial acuñado en 1956 por el informático John McCarthy en la Conferencia de Dartmouth.

Sin embargo, quedó, por décadas, en el ámbito de la investigación y con poco énfasis.

Hace menos de diez años, comenzó su verdadero desarrollo… y nuestra preocupación de adónde vamos a llegar.

La Stanford University edita anualmente, desde 2017, un reporte anual sobre la situación de la IA.

En aquel lejano 2017, comentaba «Básicamente, estamos “volando a ciegas” en nuestras conversaciones y toma de decisiones relacionadas con la inteligencia artificial». Era la época en que la IA creaba puestos de trabajo, relacionados con su desarrollo. La publicación mostraba porcentajes de error en tareas sencillas como detección de objetos, respuestas a preguntas sobre imágenes, traducciones, respuestas a preguntas dentro de un texto. Nada que nos preocupara, solo curiosidad.

La edición 2024, se orienta más a las tendencias esenciales como las percepciones públicas de la tecnología, además de los avances técnicos en IA y la dinámica geopolítica. Según el informe, los siete años que habían pasado habían servido para que la performance de la IA haya superado el desempeño humano en varios temas: clasificación de imágenes, razonamiento visual y comprensión del inglés pero todavía el ser humano la aventaja en tareas más complejas como matemáticas de nivel competitivo, razonamiento visual de sentido común y planificación.

La versión 2024 del Monitoreo de la IA de IPSOS, consultora internacional con base en Francia, muestra, que la gente está entusiasmada y nerviosa por la IA; que su conocimiento es más alto entre los jóvenes, sin embargo, pocos saben qué productos y servicios utilizan IA; que es más probable que los seres humanos sean más discriminatorios que la IA; que se espera que la IA empeore la desinformación; que el 37%  piensa que la IA mejorará su trabajo frente al 16% que dice que lo va a empeorar, sin embargo, el 36% teme que la IA lo reemplace en su trabajo en los años venideros, y aquellos con un mayor nivel de educación están más preocupados.

El propósito de la IA es imitar el pensamiento y la inteligencia humana «incluidas características como la percepción, el aprendizaje, el razonamiento, la resolución de problemas, la interacción lingüística e incluso la producción de trabajos creativos» (Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología (COMEST) de la UNESCO).

La Unión Europea la quiere regular. Definió distintos niveles de riesgo para las personas y para el medio ambiente, según ese nivel va a ser mayor o menor la regulación de las aplicaciones con IA. Inclusive definió riesgo inaceptable a aquellas aplicaciones que incluyan:

  • manipulación cognitiva del comportamiento de personas o grupos vulnerables específicos: por ejemplo, juguetes activados por voz que fomentan comportamientos peligrosos en los niños.

  • puntuación social: clasificación de personas en función de su comportamiento, estatus socioeconómico o características personales.

  • sistemas de identificación biométrica en tiempo real y a distancia, como el reconocimiento facial.

Pero, ¿cómo se controla el efectivo cumplimiento de todo eso? ¿Cómo se consigue que los países que no son de la UE lo ratifiquen?

Cómo podemos pensar que un grupo de burócratas puede indicar para dónde sigue la aplicación de la tecnología si ya existen robots ciudadanos de un país. Sofía es un robot mujer que en 2016 había asegurado que iba a matar a todos los humanos. Arabia Saudita, en 2017, la admitió como ciudadano de su país.

Los ámbitos donde más desarrollos de aplicaciones hay, son: medicina, educación, transporte y energía, finanzas. Si está metida en esos rubros, es evidente que va a tener mucho que ver con nuestro futuro inmediato. El mercado ya lo sabe. Nvidia, empresa de alta tecnología, que se define a sí misma «Nuestro trabajo en IA y el metaverso está transformando los sectores más grandes del mundo y afectando en profundidad a la sociedad». Esta empresa pasó a ser la más grande del mundo, superando a Microsoft y a Apple.

*Mariana Gonzalez
Computación Científica, Fac. Ciencias Exactas UBA
MBA ITBA
Empresaria en Argentina y Uruguay en empresas de tecnología.

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