La sesión de la Cámara de Diputados comenzó el miércoles al mediodía y finalizó con la aprobación del proyecto de ley de Presupuesto para el año próximo en la madrugada de hoy jueves.

A costa de un gran esfuerzo el Gobierno logró «convencer» a un grupo de gobernadores para que los diputados de esas provincias dieran quorum paras llevar adelante la sesión -primero- y después votaran afirmativamente con el bloque oficialista.

El esfuerzo fue de doble vía, primero el presidente Macri paga un costo político inocultable aumentando impuestos que se había comprometido a eliminar o reducir al máximo, ingresos brutos es uno de los ejemplos mas claros. Segundo, perdieron los aliados como María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, que se queda sin subsidios para el transporte interno, al contrario de lo ocurrido con otros distritos donde los gobernadores consiguieron mantener obras públicas con un aporte especial que consiguieron a cambio de los votos en diputados.

Un caso muy notorio lo mostraron los diputados de Santa Cruz. La gobernadora Alicia Kirchner obtuvo financiamiento para continuar con las dos represas que se construyen en la provincia, y los diputados santacruceños votaron a favor.

El Gobierno consiguió lo que pretendía, a costa de dejar varias heridas en los flancos, pero la oposición radicalizada, diputados del kirchnerismo y de la izquierda, que pretendían hacer fracasar la reunión, fracasaron ellos.