OPINIÓN
*Escribe la economista Diana Mondino especial para lacity.com.ar
Los alquileres son la renta de la propiedad. Desde el punto de vista del propietario, cualquier cosa que afecta esa renta -por ejemplo un impuesto o una regulación- puede hacerla menos atractiva.
Si así fuera, habrá menos inversión en ese activo (casas y departamentos) ya que tendrán menos renta. En el largo plazo habrá menos disponibilidad para alquilar.
Si por el contrario se liberan restricciones y la renta aumenta habrá más inversión.
Desde el punto de vista del inquilino, todo lo que reduzca sus costos será bienvenido.
Los intereses de inquilinos y propietarios son en parte diferentes, ya que lo que uno paga el otro lo cobra, pero también en parte coinciden: ambos quieren la menor incertidumbre y la mayor agilidad posible en las transacciones.
Los costos de intermediación son enormes: inmobiliarias e impuestos son claramente muy altos y es una divergencia o «cuña» entre lo que paga uno y recibe el otro. Si esa cuña se hace menor, ¡¡todos felices!! Esperemos que la nueva ley se dedique a reducir esa divergencia y el mercado crezca con mayores opciones para ambas partes.
No tengo tan claro que ese sea ni el espíritu ni la letra de la propuesta actual.
