OPINIÓN

Por Jorge Hugo Herrera Vega, embajador argentino, Vicepresidente de la Comisión Administradora del Río de la Plata. Especial para Lacity.com.ar.
Henry Kissinger ha escrito que la calidad de su diplomacia es uno de los recursos más valiosos con que puede contar un país. Este aserto será puesto a prueba en la próxima reunión cumbre del G20 en Buenos Aires.
La probabilidad de que la cumbre logre resultados positivos no es menor. El “poder blando” de nuestro país siempre ha sido mayor al que podría haber obtenido por sus recursos “duros”, militares, financieros y comerciales. Eso se ha debido a la calidad de nuestra diplomacia y al prestigio de las personalidades que la han representado.
El mundo está tensionado por fuertes tendencias contradictorias a la confrontación, por una parte, y a la cooperación, por la otra. Lo vemos en todos los campos: el ambiente, la ciencia y tecnología, las finanzas, el comercio, la energía.
La clave de lo que ocurrirá en la Cumbre de Buenos Aires es que las tendencias a cooperar superen a la tentación a obtener ganancias mediante al conflicto.
Las conversaciones tanto multilaterales como bilaterales que mantendrá nuestro Jefe de Estado tendrán fuerte incidencia en los logros del último año de su actual mandato. También irán aclarando cuáles serán los grandes proyectos que emprenderemos con nuestros principales socios.
La declaración de los Jefes de Estado y de Gobierno que se aprobará al concluir la reunión permitirá analizar los avances que se habrán logrado en una reunión cumbre cuya importancia será difícil repetir hasta dentro de muchos años.
