INTERNACIONAL

Camiones hidrantes, gases lacrimógenos y destrozos. Así vive París este sábado una intensa jornada de protestas contra la suba de los precios de los combustibles con “fines ecológicos”. La Policía reprimió a los manifestantes conocidos como “chalecos amarillos”, que intentan acercarse al Palacio del Elíseo.
Centenares de «chalecos amarillos» utilizaron todo tipo de materiales para lanzar objetos contra los efectivos antidisturbios que instalaron un cordón de seguridad. La respuesta llegó en forma de gases lacrimógenos y del uso de un cañón de agua.
Según los primeros datos del Ministerio del Interior, a media mañana había en la capital unos 3.000 «chalecos amarillos», la mayor parte concentrados en los Campos Elíseos y en los aledaños de la plaza de la Concordia, que da acceso a la residencia presidencial.
Los «chalecos amarillos» -en referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en caso de accidente en la ruta para tener una mayor visibilidad- protestan contra el aumento del precio de los combustibles decidida por el Gobierno que aplicó nuevas tasas con fines ecológicos.
