OPINIÓN

Por Antonio Calabrese, abogado constitucionalista, historiador, político. Colaboración especial para lacity.com.ar
En Argentina, en donde es defendido un turista después de recibir mas de 10 puñaladas, por un policía fuera de servicio que logra impedir la última estocada fatal y persigue al criminal que huye no obstante la voz de alto, para finalmente, ante la rebeldía lo abate, y donde la justicia no encuentra nada mejor que condenar y embargar en todos sus bienes al quijotesco defensor, en vez de premiarlo.
En Argentina en donde no se puede organizar un partido de fútbol internacional sin que apedreen, ataquen, insulten, agredan, amenacen, hieran a los jugadores del equipo visitante además de vender entradas falsas, superar la capacidad del estadio, y echarle la culpa de todo ello a la policía o a la seguridad, como si estos fueran quienes arrojaran las piedras o venden las entradas falsas y no quienes, a la inversa, fueran los que trataran de impedirlo.
En Argentina en donde la palabra orden, esta descalificada como fascista, en donde no se puede programar un viaje con anticipación porque las huelgas salvajes, permanentemente dejan varados a los pasajeros a cualquier destino, debiendo pernoctar teniendo como único alojamiento los pisos de cualquier aeropuerto.
En Argentina, en fin, un país desbordado por un progresismo que impide toda defensa de las víctimas, en donde solo se protege a los victimarios y sus derechos, se desprecia a los consumidores con aumentos desproporcionados, justo allí, nada menos que allí, una organización de Derechos Humanos, pide la detención de un funcionario extranjero, en el marco del G20, por un hecho cometido fuera de su territorio y sobre el que no hay pedido de extradición , ni detención de un juez del país en que el ilícito se perpetrara.
Por supuesto el Poder Judicial, el más cobarde de los poderes, respondió como tal. Debe librarse exhorto al país que invistiera de inmunidad diplomática al funcionario denunciado, para ratificarla, a pesar de que éste, arribó con una custodia y comitiva de más de 400 personas, que reservó a todo un Hotel, tal vez el mas importante de la ciudad, para su alojamiento y que el interesado se aloja en la residencia de la embajada de su país con un blindaje especial proporcionado por las fuerzas de seguridad de su nación. Y no solo eso, también se exhorta al extranjero y a varios países para que identifiquen al denunciado, por si este tiene alguna situación judicial, que de cualquier manera será imposible replicar en Argentina porque estará aquí solo 48 o 72 horas.
El supuesto denunciado, por supuesto, se irá antes que el escribiente termine el borrador del exhorto para llevarlo a la firma de SS.
