
Después de confirmar que Argentina volverá a exportar carne al mercado de Estados Unidos luego de 17 de años, el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y el presidente de la empresa estatal china Sinograin, Deng Yiwu, suscribieron un convenio para promocionar productos oleaginosos argentinos e incrementar la compra de aceite de y porotos de soja, un acuerdo que podría significar un intercambio comercial por un valor de 1.100 y 1.500 millones de dólares, según informaron oficialmente.
Así, el Gobierno argentino parece estar sacándole provecho a la relación bilateral que maneja con cada uno de los protagonistas de la guerra comercial que preocupa al mundo. El presidente Mauricio Macri tiene un claro desafío en esta cumbre del G20, transitar el encuentro sin disturbios diplomáticos entre ambas potencias.
El gobierno de Estados Unidos dijo que Macri y Trump criticaron la «actividad económica depredadora china» y el Gobierno argentino debió desmentirlo inmediatamente. En declaraciones a la prensa el canciller Faurie respondió con toda la contundencia que le permite la diplomacia: «No creo que se haya hablado en esos términos», afirmó acompañado por su par de Hacienda, Nicolás Dujovne.
