OPINIÓN

Por Agustín Etchebarne, economista. Especial para lacity.com.ar
El Gobierno ha logrado frenar parcialmente el salto inflacionario, y aparentemente calmar la ansiedad del Mercado cambiario.
Pero lo ha hecho al costo de tener altísimas tasas reales de interés en pesos y en dólares, una gran recesión, aumento del desempleo y caída del salario real.
La recesión durará al menos hasta el segundo trimestre del año próximo, cuando se espera que la cosecha gruesa sea mucho mejor a la del año actual. El turismo y diversos sectores exportadores, lo mismo que Vaca Muerta, mostrarán cierta recuperación de la economía.
Sin embargo, el riesgo país se mantiene cercano a los 700 puntos demostrando que el mercado de bonos no ha recuperado ninguna confianza a pesar del éxito del G20.
Macri terminará sus cuatro años con mayor inflación, menor PBI Per capita, más pobreza y mucho más deuda que el gobierno de Cristina Kirchner.
Pero lo más preocupante es que siendo el 2019 un año electoral, ninguno de los grandes partidos está proponiendo un programa de reformas estructurales que permitan revertir la larga decadencia. El índice de libertades económicas de Heritage Foundation muestra qué hay 143 países más libres que nosotros y nadie propone volver al puesto 20 que teníamos en 1999 (salvo los economistas liberales).
Estamos segundos en el ranking de impuestos que pagan las empresas y ningún partido propone una fuerte reducción de la recaudación y simplificación del sistema, como tampoco una reducción significativa del sector público o la flexibilización laboral o la apertura de la economía.
Brasil ha empezado una serie de reformas que profundizará Bolsonaro y Argentina se queda cada vez más lejana y más solitaria en sus ideas atrasadas.
