
El Gobierno reglamentó el jueves cambios en el impuesto a las Ganancias y dispuso que la renta financiera originada en 2018 comience a pagar el tributo.
Así, los intereses generados por plazos fijos tradicionales y bonos en pesos sin ajuste por inflación, como las Lebac, pagarán 5% anual sobre el mínimo no imponible de $66.918 pesos.
Los intereses que provengan de plazos fijos UVA, bonos indexados (UVA o CER) y títulos públicos en dólares tributarán 15 por ciento anual a partir de ese mínimo.
Sin embargo, el Gobierno incorporó la posibilidad de compensar esa renta con la pérdida de cotización de los bonos.
Así, si un título público perdió valor entre enero y diciembre de este año -algo que, efectivamente, sucedió- el ahorrista podrá deducir esa pérdida de la ganancia originada en los cupones que pagan esos títulos.
El decreto 1170/2018 reglamenta en sus 95 artículos los cambios en el impuesto a las Ganancias que había votado el Congreso hace un año, con la reforma tributaria.
El Gobierno fue reglamentando las modificaciones de manera paulatina. A mediados de año, por caso, incorporó el impuesto a las plataformas digitales, como Netflix o Spotify.
Ahora llegó el turno de las modificaciones últimas en el impuesto a los ingresos.
