INTERNACIONAL

Las fuerzas de seguridad francesas rociaron gas lacrimógeno y dispararon municiones de goma contra los manifestantes que marchaban por el centro de París el sábado, mientras miles de seguidores del movimiento de los “chalecos amarillos” mantenían la presión contra el presidente Emmanuel Macron durante su primera protesta de 2019.

Un restaurante-barco (Bateaux mouche) anclado en la margen izquierda del río Sena se incendió.

Humo y gas lacrimógeno flotaban sobre el museo de Orsay y el domo dorado de la academia francesa cuando la policía antimotines, prácticamente invisible al inicio de la marcha, emergió cuando los manifestantes se desviaron del camino aprobado oficialmente.

Buques policiales patrullaban el río mientras que más allá del Sena, motocicletas y autos fueron incendiados en el bulevar Saint Germain (Latin Quarter). La policía antimotines y los bomberos llegaron al lugar, y montaron barricadas en medio de la ancha avenida que también resplandecía por las llamas.

La marcha en el octavo sábado consecutivo del movimiento de los chalecos amarillos se anunció y fue aprobada con anticipación, a diferencia de algunas manifestaciones ilegales en diciembre que degeneraron en vandalismo, saqueos y caos.

El presidente Macron habla de «insurrección» al referirse al movimiento de los denominados chalecos amarillos.