INTERNACIONAL

Una gran inyección de dinero está llegando a los países emergentes.
Proviene de inversores que invierten gigantescas sumas de dinero en aquellos mercados que ofrecen una mayor rentabilidad, a través de la compra de bonos, acciones y otros activos financieros.
Después de China, México se ha convertido en las últimas semanas en el segundo destino más atractivo para el flujo de estos capitales, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
El renovado interés despegó después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) diera señales de que hará una pausa en su política de subir la tasa de interés.
Y esa luz que se encendió en Washington D.C. tuvo efectos en las economías emergentes -aquellas con rápido crecimiento y gran apertura comercial- y, especialmente, en México.
Ante el nuevo escenario en EE. UU., los inversores decidieron abrirse a buscar más rentabilidad en otros territorios.
El IIF, que sigue diariamente el movimiento de los flujos de capital, proyecta que las economías emergentes recibirán cerca de US$48.000 millones en el primer trimestre de este año.
«Los niveles de incertidumbre sobre México han comenzado a disiparse», dice desde Washington Robin Brooks, economista en jefe del IIF en conversación con BBC Mundo.
