INTERNACIONAL

En tanto reprime a miembros de la oposición que promueven las campañas #YoVotoNo y #YoNoVoto, el gobierno intensifica su campaña #YoVotoSí en espacios públicos, centros de trabajo, escuelas y medios de comunicación, todos bajo control estatal.
Incluso los cubanos que han comprado libros en la reciente Feria Internacional del Libro han encontrado el Hashtag #YoVotoSí en los comprobantes de venta. Y faltando 15 días para la ratificación, ya Díaz Canel, en Twitter ha dado por aprobada la nueva Constitución: «En 15 días tendremos aprobada la #Constitución», escribió.
Ciertamente, el primer borrador de esta Ley de leyes que se votará este 24 de febrero ha sido modificado en casi el 60%. En sus 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales, fueron incorporadas 760 enmiendas. Y eso ya basta a Díaz Canel para anunciar una Constitución que «hicimos todos por el bien de todos».
No obstante esos cambios, el laureado escritor opositor Ángel Santiesteban habla de «una Constitución cosmética en un país que hace sólo cambios cosméticos para engañar al mundo».
Ciertamente, la futura Ley de leyes blinda el sistema político actual, ya que mantiene al Partido Comunista como «fuerza dirigente superior de la sociedad». Y aunque el término «comunismo» se eliminó en la primera versión, ahora se ratifica el comunismo como la «máxima aspiración del pueblo cubano». En lo social, mientras se abre la puerta a la propiedad privada, se prohíbe la concentración de propiedades y riquezas en manos no estatales; se anula la apertura que apoyaría el matrimonio entre personas del mismo sexo, propuesta del primer borrador; y se incluye una indefinida figura de «traición a la patria» como el más grave de los crímenes, término que organismos regionales consideran una legitimación de la violencia política contra quienes defiendan una ideología contraria a la impuesta por el Estado y el regente Partido Comunista.
