Fracaso del proyecto Unasur

INTERNACIONAL

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Rojo y amarillo. Bandera de Unasur / Foto: franzpc

«Unasur fracasó por exceso de ideologismo y burocracia». Con esas palabras, el Presidente Sebastián Piñera sentenció la muerte de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo internacional creado a principios de siglo que hoy enfrenta un durísimo momento cargado de cuestionamientos y renuncias de sus miembros.

Al día de hoy, sólo Uruguay, Guyana, Bolivia, Surinam y Venezuela permanecen en la organización que, ahora, ni siquiera tiene una sede física luego de que Ecuador anunciara la apropiación de ésta. A esto se suman los cuestionamientos por su postura ideológica y sus problemas financieros, al tener menos integrantes que puedan aportar.

Y así como Unasur camina por una espiral descendente, los países que alguna vez lo formaron ahora buscan una nueva alternativa, lo que se materializará con Prosur, iniciativa propiciada principalmente por los gobiernos de centroderecha de la región y cuya primera reunión se celebrará este viernes en Santiago. Según Piñera, se trata de «un foro sin ideología ni burocracia, para que todos los países democráticos de América del Sur podamos dialogar, coordinarnos, colaborar y hacer escuchar nuestra voz». No obstante, quienes aún promueven Unasur se oponen a decretar su muerte. «Es un momento no muy fácil para el tema de los organismos internacionales en la región, hay dificultades, sin embargo, Unasur está plenamente vigente», dijo el canciller boliviano Diego Pary, en alusión a las salidas de Chile, Ecuador, Argentina, Perú, Brasil, Colombia y Paraguay.

Vigente o no, Unasur tuvo una etapa de esplendor que ahora ya no existe, y las razones para entender eso son variadas.

El excanciller chileno Juan Gabriel Valdés aseguró que Unasur fracasó «porque el señor (Nicolás) Maduro y Evo Morales impidieron durante años la elección de un secretario general porque no les gustaba, no tenían capacidad para imponer el propio». «Después de la salida de Ernesto Samper, los países buscaron un reemplazante, pero Unasur tenía una pésima norma, que es la norma de la unanimidad. Si no había acuerdo total, no había nada y Bolivia y Venezuela sabotearon la elección de un secretario general y Unasur quedó descabezado y en un cuadro de total parálisis», agregó Valdés, quien de todos modos criticó la celebración del foro de Prosur y lo considera una decisión «improvisada».

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