Calabrese opina: Pobre Argentina

OPINIÓN

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Los mismos de siempre / Foto: Twitter

Por Antonio Calabrese, abogado constitucionalista, historiador, político. Columnista de lacity.com.ar

 

Lectura: 3 minutos

¡¡¡Que tristeza!!!! un pobre espectáculo, de una sociedad que parece en caída libre.
Por un lado, un oficialismo que pretende su reelección desde una posición expectable en las encuestas, ante la inexistencia de alternativas, que solo agravó, en sus cuatro años de poder, los grandes problemas estructurales de la economía y de la sociedad, con más inflación, más pobreza, más inseguridad, con cargas fiscales agobiantes y sin inversiones.

Por el otro, una izquierda intemperante que, en su desesperación de ir por más, en vista de las próximas elecciones, juega sus cartas en una huelga despiadada, con las mafias desplazadas quemando vehículos y cerrando pazos de acceso en la capital pero que es despreciada en todo el resto del país que por supuesto no la acató.

Con nombre y apellido, claro está, todos sus convocantes son referentes del otro sector más expectable en las encuestas.

Así parece que el futuro argentino es la crónica de una muerte anunciada.

Ante la impotencia de un enfrentamiento entre un gigante atontado, que en su momento fue electo por la mayoría independiente de la ciudadanía, con la esperanza de un cambio, y otro gigante salvaje, feroz, que no solo no cambió sus malos hábitos por los cuales perdió y fue desplazado del poder, sino que aparenta haberlos incrementado, se debaten azorados los argentinos clamando por una alternativa salvadora.

El gurú del oficialismo dice que su oferta es la del menos malo y los de su contendiente que en su época estaban mejor, claro después de haber despilfarrado en un pandemónium de corrupción los años de mayores ingresos en la historia de la economía argentina como fueron aquellos en los que se advirtiera la inversión de los términos del intercambio y los productos primarios trepaban en sus precios a alturas jamás pensadas.

En ese tenor los discursos parecen dirigidos a una sociedad envuelta en su propio fracaso sin reacción de ninguna naturaleza.

Sin embargo, es la misma que en su momento supo dar al mundo premios nobeles en la ciencia, la política internacional, los derechos humanos, es la misma que dio a los mejores deportista que haya conocido la humanidad en diversas expresiones, como el fútbol, el básquet, el automovilismo, el golf, el boxeo, que hasta dio un Papa, más allá que estemos o no de acuerdo con sus ideas.

Ninguna otra en este sector del mundo puede exhibir eso, por ello, tal vez, nos quede alguna esperanza que, en estos próximos 60 días, término aproximado para conocer quienes encabezaran las listas que nos gobernaran en el próximo periodo, algunos encuentren un proyecto redentor y exhiban las personas que pueden llevarlo a cabo.

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