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La plataforma civil opositora Fuerzas de la Libertad y el Cambio y la junta militar que detenta el poder en Sudán han ratificado en Jartum la nueva Constitución, una hoja de ruta para los próximos tres años y tres meses de transición en el país.
Este domingo se disolverá la junta y se constituirá el Consejo Soberano, que sentará las bases para un período de transición después de que el Ejército derrocase el pasado abril al presidente Omar al Bashir con un golpe de Estado.
La nueva Constitución establece que durante el periodo transitorio de 39 meses, hasta que se celebren elecciones, el país será dirigido por el Consejo Soberano, formado por cinco civiles, cinco militares y un miembro de consenso.
El poder ejecutivo recaerá en un Consejo de Ministros, y el Consejo Legislativo, con un máximo de 300 parlamentarios y un mínimo de un 40% de representación femenina, será indisoluble y asumirá sus funciones en un plazo de 90 días desde la firma del pacto.
En cuanto a su composición, el 67% de los legisladores serán elegidos por las Fuerzas de la Libertad y el Cambio y el 33% restante serán fruto de un consenso entre la plataforma opositora y el Consejo Soberano, de acuerdo con el texto.
El Consejo Supremo de Justicia sustituirá a la Comisión Nacional del Servicio Judicial del anterior régimen y elegirá al presidente y los miembros del Tribunal Constitucional, al jefe de la Justicia y sus subordinados, y al fiscal general.
Sudán será, en definitiva, una república independiente soberana y una democracia parlamentaria no centralizada, de acuerdo con la nueva Carta Magna.
Rubricada de forma preliminar el pasado 4 de agosto, la Carta Magna ha sido ratificada este sábado en una multitudinaria ceremonia por el vicepresidente del Consejo Militar Transitorio, general Mohamed Hamdan Dagalo, considerado el hombre fuerte de los militares, y el representante de las formaciones civiles Ahmad Rabea.
En un discurso previo a las formalidades, el presidente de la comisión de la Unión Africana (UA), Musa Fekki, ha advertido de que la estabilidad del país dependerá ahora de la participación y recibimiento de todos los sectores de la población sudanesa.
Por su parte, el enviado de la Unión Europea y ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, ha considerado en otra intervención que la ratificación es un logro para todo el continente africano, al tiempo que ha reafirmado el apoyo de los países comunitarios a la paz y la transición democrática en Sudán.
También el secretario general de Naciones Unidas, António Gutérres, ha felicitado al pueblo de Sudán por la ratificación de la nueva Carta Magna y ha aplaudido el papel mediador desempeñado por la UA y Etiopía.
Guterres espera trabajar y apoyar a las instituciones del gobierno de transición, dijo en un comunicado su portavoz Stéphane Dujarric. Igualmente el secretario general reiteró el compromiso de Naciones Unidas de ayudar en el proceso de transición, que, sostuvo, busca alcanzar la aspiración de hace mucho tiempo del pueblo de Sudán, de paz y democracia.
Guterres destacó igualmente la importancia de sentar las bases para la recuperación socioeconómica de Sudán y poner al país en el camino del desarrollo sostenible beneficiando a su diversa y vibrante sociedad, agregó Dujarric.
Aseguró que Naciones Unidas «está lista» para trabajar con sus socios internacionales para ayudar a Sudán en este esfuerzo.
A su vez la UE dijo oficialmente que apoyará el período de transición de tres años, acordado con anterioridad, y está lista para participar en ese proceso hasta la instauración de un Gobierno civil.
Asimismo, patentizó el compromiso de los 28 por un futuro «estable, democrático y próspero» para Sudán, país que desde finales del pasado año atraviesa por una crisis que derivó en la dimisión del entonces presidente Omar Hassán al Bashir, hoy en prisión.
La víspera el CMT y las FLC adoptaron acuerdos encaminados a solventar la situación política con la definición de los integrantes del Consejo Soberano, el cual deberá conducir la transición en forma rotativa y quedar integrado por cinco militares, igual número de civiles y un independiente escogido por las partes.
Otro de los acuerdos estuvo referido a la instauración de un Consejo Legislativo, pactado previamente, el cual no entrará en funciones hasta tanto no entren en ejecución el Consejo Soberano y otras estructuras gubernamentales.
El arreglo incluyó también formar un Gobierno tecnócrata independiente con el objetivo de impulsar una investigación transparente e independiente sobre los hechos violentos de comienzos y finales de junio, que terminaron con decenas de muertos y heridos e inculpaciones mutuas.
Con 40 millones de habitantes, Sudán comenzó un proceso de transición el 11 de abril con el derrocamiento por el Ejército del presidente Omar al Bashir tras meses de protestas en las calles por la mala situación económica, la inflación y la escasez de productos básicos.
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