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Cientos de personas se reunieron en Hong Kong en la mañana del sábado para apoyar la unidad del territorio con China, una manifestación claramente menor a las convocatorias de los grupos prodemocracia que protestan desde junio contra el régimen de Beijing reclamando libertad y respeto a los derechos humanos.

Los manifestantes oficialistas criticaron los daños urbanos y apoyaron al gobierno local que encabeza la señora Lam en tanto la ciudad se preparaba para gran marcha este domingo. El nuevo comisario de Policía anunció una nueva estrategia que combina medidas flexibles y de fuerza.

La marcha opositora convocó a miles de personas que salieron a las calles de Hong Kong para participar en una manifestación multitudinaria en medio de protestas masivas que se producen en la región administrativa especial del país.

La manifestación de este domingo, bajo el lema «Lucha por libertad, apoya a Hong Kong» fue organizada por el Frente Civil para los Derechos Humanos (CHRF) y acordada con las autoridades, dijeron fuentes civiles a la prensa.

Previamente a la manifestación, la Policía arrestó a 11 personas e incautó armas, dijo el periódico South China Morning Post. Entre las armas confiscadas se encuentran cuchillos, 105 balas y una pistola semiautomática Glock con 5 cargadores de municiones, así como unos petardos y latas de gas pimienta.

El superintendente superior Steve Li Kwai-wah, de la oficina del crimen organizado y triada (organizaciones criminales secretas de origen chico), afirmó que unos grupos radicales planeaban usar estas armas «para crear caos durante la marcha […], incluso disparar a los oficiales» o culpar a los propios agentes de ataques contra transeúntes inocentes.

«Espero que los manifestantes presten atención a la situación alrededor de ellos», declaró. «Si hay algo malo o peligroso, les insto a salir inmediatamente, esconderse en un lugar seguro, reportar a la Policía o informar a los alguaciles que estén cerca de ellos», subrayó.

Las protestas en Hong Kong se iniciaron a principios del pasado junio, a raíz de un proyecto de ley que permitiría la extradición de sospechosos desde el territorio autónomo para poder ser juzgados en la China continental y Taiwán. A pesar de que el polémico proyecto fue suspendido por tiempo indefinido el pasado 15 de junio, los manifestantes continúan saliendo a la calle.

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