OPINIÓN

Por *Noel Griffin, colaboración especial para lacity.com.ar desde Dublín, Irlanda.

 

 

 

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Con las elecciones del 12 de diciembre los conservadores ingleses han tenido un resultado contundente en el parlamento de Westminster. No era del todo esperado ya que los Laboristas habían cosechado el descontento de años anteriores de austeridad, y los partidos de menos tamaño, como los liberales, DUP de Irlanda del Norte y los escoceses, estaban en contra de la política de Boris Johnson.

La campaña de Johnson fue clara y sencilla «Get Brexit Done», Hagamos que el Brexit se ejecute. Del lado contrario, los Laboristas de Jeremy Corbyn querían un nuevo referéndum, ya que defendían que el primer referéndum no fue adecuado dado la falsa propaganda sobre las consecuencias del mismo.

Después de tres años de debate en el parlamento el público inglés se hartó de tanta incertidumbre y optó por elegir a los Conservadores con su mensaje blanco y negro. Fue un desastre para Jeremy Corbyn que tuvo que dimitir. Muchos seguidores del Partido Laborista votaron por los conservadores respondiendo al sortilegio de Johnson, un hombre que se revestía de las típicas características del pícaro bucanero de los tiempos del imperio pasado. En cambio Corbyn, un hombre de la izquierda tradicional no pudo con las fantasías ficticias de Johnson de un nuevo amanecer inglés, libre de las restricciones de la UE.

Así que el Reino no tan Unido sale de la UE el 31 de enero 2020. Es sólo el primer paso. Luego hay un período de un año de transición mientras una negociación profunda y detallada tendrá lugar. Johnson, siendo Johnson, podría decidir al final que no está satisfecho con la oferta negociada con Bruselas y optar por un Brexit «duro». La otra posibilidad es que ambos lados se pongan de acuerdo y se evite la imposición de aranceles y tarifas. Luego está la cuestión de Escocia e Irlanda del Norte. Escocia quería quedarse en la UE y como ya el Brexit es una realidad quieren su muy anhelada independencia.

Otra cosa es Irlanda del Norte, con un pueblo dividido entre irlandeses nativos y colonos británicos que quieren cosas contrarias. Con el actual acuerdo del Brexit se ha logrado que Irlanda del Norte conserve los beneficios de la UE y de un comercio normal sin trabas con Inglaterra. Esa excepcionalidad es única en la UE y se puede interpretar como apoyo al proceso de paz en Irlanda del Norte.

Será muy interesante ver cual será el futuro camino de estas tres partes de la vieja Gran Bretaña.

 

*Noel Griffin
Escritor Irlandés, traductor ingles-castellano. Ha traducido a numerosos escritores españoles y latinoamericanos al inglés, entre ellos Francisco Alarcón (México). Ha participado en conferencias en el Instituto Cervantes de Dublín como disertante e hispanista. Estuvo también entre los miembros de la comitiva de escritores que se reunió con Jorge Luis Borges en su última visita a Dublín a principios de la década de 1980.

Traducción al castellano de la presente nota por Rafaela Calabrese Ábalos.

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