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La principal coalición opositora de Senegal, Yewwi Askan Wi (Liberad al Pueblo), pidió la dimisión del presidente senegalés, Macky Sall, en medio de violentas protestas desencadenadas tras la condena a dos años de cárcel por corrupción de menores contra el principal opositor, Ousmane Sonko.
«La coalición Yewwi Askan Wi acusa al presidente Macky Sall de alta traición y exige su dimisión inmediata», declaró en un comunicado.
Además, llamó «al pueblo senegalés a mantener su movilización y a resistir intensamente (…) para salvaguardar los derechos y libertades de nuestros conciudadanos, la unidad nacional y la democracia senegalesa».
La petición de la principal coalición opositora tiene lugar después de que cientos de jóvenes salieran el jueves a las calles de varias ciudades de Senegal tras conocerse la condena contra Sonko.
Este veredicto le impediría presentarse candidato en las presidenciales de febrero de 2024, según el Código Electoral senegalés.
La protestas se han desarrollado durante toda la jornada desde el anuncio de la sentencia en la mayoría de los barrios de Dakar, la capital, pero también en algunas localidades como Ziguinchor, Bignona (sur del país), Saint-Louis, Louga (en el norte), Kaolack, Mbacké (centro-oeste) y Mbour (oeste).
Los manifestantes levantaron barricadas con neumáticos y vehículos en llamas, incendiaron vehículos privados y de la Policía, arrojaron piedras a las fuerzas policiales y saquearon comercios, como las empresas francesas Orange y Auchan, así como gasolineras y edificios públicos, incluyendo la empresa estatal de electricidad (Senelec) e instalaciones del tren regional exprés (TER).
Como respuesta, las autoridades utilizaron gases lacrimógenos en un intento de controlar la situación.
En un comunicado, el partido político de Sonko, Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (PASTEF), señaló que «este veredicto por encargo es la última etapa del complot urdido por Macky Sall y sus secuaces contra el principal opositor de este país».
PASTEF también llamó a la movilización en todo Senegal y pidió a las fuerzas del orden y el Ejército ponerse del lado del pueblo.
Un tribunal de Dakar sentenció a Sonko a dos años de prisión por corrupción de menores después de haber sido enjuiciado el pasado 23 de mayo tras ser acusado por una joven masajista, Adji Sarr, de «violaciones reiteradas» y «amenazas de muerte».
El veredicto fue anunciado en un momento de protestas de sus seguidores, mientras Sonko se encuentra retenido en su domicilio desde el pasado domingo rodeado por fuerzas del orden, una restricción de libertades que Amnistía Internacional calificó de ilegal.
Este procesamiento ha tenido lugar después de que el líder opositor ya fuera condenado el pasado 8 de mayo a seis meses de prisión suspendida por difamación e injurias públicas a un ministro senegalés tras acusarlo de corrupción.
Sonko y su entorno han denunciado la «instrumentalización» de la justicia por parte de Macky Sall (presidente del país desde 2012 y reelegido en 2019) con el fin de evitar que se postule a los comicios de 2024.
El arresto de Sonko en marzo de 2021, cuando se dirigía a comparecer por el caso de la masajista ante un tribunal de Dakar rodeado de una multitud de simpatizantes, generó violentas protestas que causaron al menos catorce muertos, doce ellos por disparos, según Amnistía Internacional.
Conocido por su discurso «antisistema», el dirigente opositor critica la mala gobernanza, la corrupción y el neocolonialismo francés y cuenta con muchos seguidores entre la juventud senegalesa.
El líder Ousmane Sonko, fue condenado a dos años de prisión por corrupción de menores después de haber sido enjuiciado el pasado 23 de mayo acusado de violar a una joven masajista, un veredicto que le descartaría como candidato en las próximas elecciones.
La Fiscalía de Senegal había solicitado diez años de prisión por violación contra Sonko o cinco años por corrupción de menores y pidió otro año de prisión firme contra Sonko por actos de amenazas y muerte
El veredicto del tribunal también sentenció a dos años de prisión a la propietaria del salón de belleza donde habría ocurrido la supuesta violación, Ndèye Khady Ndiaye, procesada por «incitación al libertinaje, difusión de imágenes contrarias a la moral y complicidad en violación», para quien el ministerio público había pedido seis años de cárcel.
Según recogió la Agencia de Prensa Senegalesa (APS), Sonko fue absuelto de los cargos de violación y amenazas de muerte por los que le había sido denunciado y Ndiaye fue absuelta de complicidad de violación.
Además, fueron también condenados a pagar cada uno una multa de 600.000 francos CFA (914 euros) y, conjuntamente, en concepto de daños y perjuicios a la demandante, 20 millones de francos CFA (30.480 euros).
Este juicio contra el líder opositor tuvo lugar después de que a principios de 2021 una joven masajista, Adji Sarr, le acusara de «violaciones reiteradas» y de «amenazas de muerte».
Desde entonces, el caso no ha dejado de generar polémica y tensiones en el país, al considerar los partidarios de Sonko que el proceso judicial busca descartarle como candidato para las presidenciales de febrero de 2024.
El veredicto ha sido anunciado en un momento de protestas de sus seguidores, mientras Sonko se encuentra retenido en su domicilio desde el pasado domingo rodeado por fuerzas del orden, una restricción de libertades que Amnistía Internacional calificó de ilegal al no habérsele notificado «acto alguno» al opositor.
Este procesamiento ha tenido lugar después de que el líder opositor fuera condenado el pasado 8 de mayo a seis meses de prisión suspendida por difamación e injurias públicas a un ministro senegalés tras acusarlo de corrupción.
Sonko y su entorno han denunciado la «instrumentalización» de la justicia mediante el «poder de Macky Sall» (el presidente del país desde 2012 y reelegido en 2019) con el fin de evitar que se postule a los comicios de 2024.
El arresto de Sonko en marzo de 2021, cuando se dirigía a comparecer por el caso de la masajista ante un tribunal de Dakar rodeado de una multitud de simpatizantes, generó violentas protestas que causaron al menos catorce muertos, doce de ellos por balas, según Amnistía Internacional.
*Imagen ilustrativa.
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