Tensión entre China y EE. UU. cerca de Taiwán

INTERNACIONAL

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Foto: Official U.S. Navy Page

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Un buque militar chino estuvo a punto de embestir con un destructor de la Armada estadounidense en el estrecho de Taiwán este sábado, acercándose a 140 metros de una colisión, informó el ejército estadounidense en un comunicado este sábado.

El buque chino «ejecutó maniobras de forma insegura» en las proximidades del USS Chung-Hoon, según el comunicado del Mando Indo-Pacífico estadounidense.

«(El buque chino) sobrepasó al Chung-Hoon por su banda de babor y cruzó su proa a 140 metros», decía el comunicado, describiendo el incidente. «El Chung-Hoon mantuvo el rumbo y redujo la velocidad a 10 kts para evitar una colisión».

El incidente es la segunda vez en dos semanas que militares chinos realizan maniobras agresivas en las proximidades de militares estadounidenses cerca de la frontera china. Un caza chino realizó una «maniobra innecesariamente agresiva» durante la intercepción de un avión estadounidense en el espacio aéreo internacional sobre el Mar de China Meridional la semana pasada, según informó el ejército estadounidense en un comunicado difundido el martes.

Según el comunicado, el paso del buque de la Armada estadounidense por el estrecho de Taiwán demuestra el «compromiso de Estados Unidos con un Indo-Pacífico libre y abierto», y subraya que el estrecho de Taiwán está bajo la jurisdicción del derecho internacional.

A raíz del incidente, el Ministerio de Defensa de Taiwán pidió este domingo a China que «respete la libertad de navegación y evite un comportamiento excesivamente provocador, para preservar conjuntamente la paz, la estabilidad y la seguridad regionales».

«El Ministerio de Defensa Nacional reitera que preservar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán es una responsabilidad conjunta de los países libres y democráticos de todo el mundo», declaró el Ministerio en un comunicado.

«Están aquí para provocar», responde China

El ministro de Defensa de China, Li Shangfu, criticó a Estados Unidos tras un encuentro cercano entre buques militares chinos y estadounidenses en el estrecho de Taiwán.

«No están aquí para un paso inocente. Están aquí para provocar», declaró Li en la cumbre de seguridad Shangri-la, celebrada este domingo en Singapur.

«¿Por qué se producen estos incidentes en zonas cercanas a China, pero no en zonas cercanas a otros países?», cuestionó Li cuando se le pidió que comentara el incidente.

«Para prevenir realmente este tipo de incidentes en el futuro… la mejor solución es que todos los países, especialmente los buques de guerra y los aviones de combate, no realicen acciones cercanas alrededor del territorio de otros países. ¿Qué sentido tiene ir allí?», afirmó.

«Ocúpense de sus propios asuntos», añadió.

A última hora de este sábado, los militares chinos afirmaron que a primera hora del día «el destructor estadounidense Chung-Hoon y la fragata canadiense Montreal transitaron por el estrecho de Taiwán, y lo exageraron públicamente», según una declaración del coronel superior Shi Yi, portavoz del Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación chino (EPL).

Los militares chinos «manejaron la situación basándose en las leyes y reglamentos», dijo el coronel Shi Yi, añadiendo que «los países pertinentes están agitando deliberadamente problemas y riesgos en el estrecho de Taiwán, socavando maliciosamente la paz y la estabilidad regionales y enviando señales erróneas a las fuerzas de la «independencia de Taiwán»».

Los jefes de Defensa de China y EE. UU. se acusaron mutuamente de las tensiones entre las dos superpotencias durante un foro de seguridad que concluyó este domingo en Singapur sin diálogo directo entre ambas partes y mientras buques de los dos países casi colisionan en el estrecho de Taiwán.

El Diálogo Shangri-La, el foro de seguridad anual más importante de Asia, terminó hoy sin que el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, y el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, presentes en la conferencia, se sentaran a dialogar, como había ocurrido entre representantes de ambas partes en anteriores ediciones.

Pekín había denegado el lunes la petición de Washington de que ambos se reunieran en Singapur, culpando de la decisión a EE. UU., que sancionó a Li en 2018 tras acusarle de comprar armamento a la empresa estatal rusa Rosoboronexport.

Así, Li y Austin no intercambiaron más que un breve saludo y un apretón de manos en público en la cena de inauguración del viernes, cuando compartieron mesa, además de escuchar las recriminaciones que ambos se dedicaron al subir al estrado para pronunciar sendos discursos, el estadounidense el sábado y el chino este domingo.

En su alocución, Li aseguró hoy que su país está «abierto» a la comunicación con la parte estadounidense, pero enfatizó que «si no hay respeto mutuo, el diálogo no es productivo», un día después de que Austin urgiera a su par chino a dialogar para «poder evitar errores de cálculo que lleven al conflicto».

Unos comentarios que coincidían con un nuevo episodio de tensión en el estrecho de Taiwán, donde un buque militar chino maniobró el sábado a escasos 137 metros del destructor estadounidense USS Chung-Hoon, mientras éste realizaba maniobras conjuntas con la Marina canadiense, evitando una colisión in extremis.

Estados Unidos y Canadá aseguran que se encontraban en aguas internacionales, mientras Pekín insiste en que se trata de sus aguas territoriales, y en un comunicado, el portavoz del Comando Este del Ejército chino, Shi Yi, defendió que las fuerzas chinas actuaron dentro de la ley.

Preguntado por el incidente, Li denunció hoy que «no se trata de travesías inocentes, sino de provocaciones», y reiteró la posición de China sobre Taiwán, isla autogobernada que Pekín considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil.

Combinando el tono firme con la reafirmación de que China busca una reunificación «pacífica», el ministro subrayó que su país «no promete renunciar a la fuerza» para tomar Taiwán de surgir provocaciones, y reiteró que «depende de China decidir cómo resolver» el asunto.

Por su parte, el secretario de Defensa de EE. UU., que suministra armamento a la isla y en principio la defendería en caso de ataque, había afirmado el sábado que su país «continuará oponiéndose categóricamente a un cambio del statu quo (de Taiwán) por cualquiera de las partes».

«No buscamos el conflicto o la confrontación, pero no titubearemos frente a la coerción o el abuso», agregó, en línea similar a Li.

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