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Bielorrusia suministró a Rusia más de 131.000 toneladas de munición en un año para su guerra en Ucrania, según revela una investigación del proyecto «Gayun bielorruso», que se dedica a monitorear la actividad militar en territorio bielorruso.
El informe se basa en datos recabados por la Comunidad de Empleados Ferroviarios de Bielorrusia y concluye que el volumen de municiones transferido por el régimen de Alexandr Lukashenko a Rusia entre enero de 2022 y enero de 2023 fue de 131.582 toneladas.
De media se retiraron de los arsenales bielorrusos aproximadamente 10.121 toneladas de munición al mes.
La mayor parte de la munición partió de nueve estaciones ferroviarias en Bielorrusia y fue transportada no solo a regiones rusas cercanas a Ucrania como Bélgorod, Briansk y Krasnodar, sino también directamente a los territorios ocupados, incluida la península de Crimea, y a Osetia del Norte, a unos 110 kilómetros de la frontera con Georgia.
Según la investigación, antes de la guerra que Rusia inició el 24 de febrero de 2022 en Ucrania «los volúmenes eran decenas de veces más reducidos y comenzaron a crecer inmediatamente después» de esa fecha.
«En enero y febrero de 2022, se suministraron 203 toneladas a Rusia y ya en marzo 12,5 veces más: 2.558 toneladas. Y al mes siguiente, en abril de 2022, hubo un pico con 29.741 toneladas», indica la investigación.
El segundo mes con mayor volumen de municiones suministrado a Moscú fue en enero de 2023, cuando se contabilizaron 24.421 toneladas, siempre según «Gayun».
Bielorrusia apoya a Rusia logística y políticamente en su guerra en Ucrania y ha ofrecido desde antes del inicio de la campaña bélica hace más de 15 meses su territorio para el despliegue de unidades militares y equipo bélico de su gran aliado.
De hecho, el 24 de febrero Bielorrusia sirvió a las tropas rusas para cruzar la frontera y atacar el norte de Ucrania.
Rusia comenzará a desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia una vez que las instalaciones especiales de almacenamiento estén listas los días 7 y 8 de julio, dijo el presidente Vladímir Putin el viernes, el primer movimiento de Moscú de tales armas fuera de Rusia desde la caída de la Unión Soviética.
Tras más de 15 meses de la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, Putin afirma que Estados Unidos y sus aliados occidentales están enviando armas en Ucrania como parte de una guerra indirecta cada vez más extendida, cuyo objetivo es doblegar a Rusia.
Putin anunció en marzo que quería desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, una aparente advertencia a la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos por su apoyo a Ucrania.
Los principales países de la OTAN afirman que apoyarán a Ucrania y la ayudarán a defenderse mientras resista lo que Kiev considera un acaparamiento de territorio de carácter imperialista por parte de Rusia, que amenaza la supervivencia del Estado ucraniano.
«Todo va según lo previsto», dijo Putin al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, al hablar del despliegue nuclear previsto durante las conversaciones mantenidas en el retiro estival del líder ruso en Sochi, en el mar Negro.
«La preparación de las instalaciones pertinentes finaliza los días 7 y 8 de julio y comenzaremos inmediatamente las actividades relacionadas con el despliegue de los tipos apropiados de armas en su territorio», dijo Putin, según una transcripción del Kremlin de sus declaraciones.
Lukashenko respondió: «Gracias, Vladímir Vladimirovich».
Putin, de 70 años, presenta la guerra como una batalla por la supervivencia de Rusia frente a una OTAN en constante expansión. Ha advertido a Occidente de que Moscú no dará marcha atrás.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirma que Ucrania no descansará sin embargo hasta que hasta el último soldado ruso sea expulsado de su país, que quiere que se una a la OTAN lo antes posible.
La maniobra nuclear de Putin está siendo vigilada de cerca tanto por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en Europa como por China, que ha advertido repetidamente contra el uso de armas nucleares en el conflicto.
Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, Washington y Moscú se esforzaron por devolver a Rusia el vasto arsenal nuclear soviético, desplegado entonces también en repúblicas de reciente independencia como Ucrania, Kazajistán y Bielorrusia.
Hasta la fecha, sólo Estados Unidos ha utilizado armas nucleares, en los ataques de 1945 contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
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