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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo este lunes que confía en que el Mercosur y la Unión Europea (UE) concluyan este año su acuerdo de libre comercio tras una reunión en la que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó reticencias.
«Ambos creemos que llegó la hora de concluir ese acuerdo entre la UE y el Mercosur. Tenemos la ambición de terminarlo cuanto antes, a más tardar a finales de este año», afirmó Von der Leyen en una declaración tras su encuentro con Lula.
La presidenta de la Comisión Europea se dijo optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre ambos bloques y destacó las ventajas que el mismo generará.
Pero Lula, en la misma declaración, citó algunas reticencias de Brasil a las negociaciones en curso, especialmente las exigencias ambientales europeas y a la posibilidad de que Brasil abra sus compras gubernamentales.
Von der Leyen dijo que la UE espera las contrapropuestas del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) al instrumento de garantías ambientales propuesto por los europeos, para vetar las importaciones de productos que contribuyan a la deforestación o a los cambios climáticos.
«Mandamos una carta con un instrumento adicional y aguardamos con impaciencia su respuesta. Porque es nuestra vez de oírlos, de saber dónde tenemos que dar un paso para acercarnos y, por eso, esperamos que hasta el final del año concluyamos el acuerdo», afirmó la presidenta de la Comisión Europea.
Al respecto, Lula dijo que aprovechó la reunión para exponerle a Von der Leyen las preocupaciones de Brasil con tal instrumento adicional, ya que «amplía» las obligaciones de los países suramericanos «y convierte su incumplimiento en objeto de sanciones».
El líder brasileño criticó igualmente la ley europea que prohíbe la importación de productos con procedencia de regiones desforestadas ilegalmente, lo que podría restringir las exportaciones brasileñas.
«La premisa que tiene que existir entre socios estratégicos es la de confianza mutua y no la de desconfianza y sanciones», dijo.
Von der Leyen matizó las críticas y dijo que la UE y el Mercosur comparten la misma visión sobre la lucha contra los cambios climáticos y sobre los derechos laboristas y que es necesario incluir en el acuerdo «esos elementos comunes».
Lula también reforzó sus críticas a la inclusión de las compras gubernamentales en el acuerdo por considerar que las empresas europeas quedarían en ventaja frente a las brasileñas en las licitaciones públicas.
Aseguró que, tras el grave proceso de desindustrialización de los últimos años en Brasil, el Gobierno «mantendrá el poder de conducir las políticas de fomento industrial por medio del instrumento de compras públicas».
Von der Leyen, dijo este martes que el acuerdo «político» de la UE con el Mercosur tendría que concluirse «antes de que venza el año» para aprovechar «la ventana de oportunidad», tras una reunión que mantuvo con el presidente argentino, Alberto Fernández.
«Tendríamos que fijarnos un objetivo ambicioso, que se concluya como muy tarde antes de que venza el año», dijo Von der Leyen en una rueda de prensa conjunta con Fernández en la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino), y aclaró que se trata del «acuerdo político».
«Tenemos que usar la ventana de oportunidad, pero si se cierra será francamente una pena», enfatizó Von der Leyen, de visita en Argentina, en la segunda etapa de su viaje a Latinoamérica que comenzó este lunes en Brasil y seguirá en Chile y México.
Von der Leyen contó que este es el mensaje que «transmitió» el lunes al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien durante la visita de la presidenta de la Comisión mostró tener reservas sobre las condiciones que solicita la Unión Europea (UE).
En tanto, Fernández indicó que quiere cerrar el acuerdo, y presentó «tres temas puntuales» a sus socios del Mercado Común del Sur (Brasil, Paraguay y Uruguay), que hará llegar a la UE para «destrabar el acuerdo, no para trabarlo» y para que «las dos partes salgan ganando».
La funcionaria europea señaló que «el grueso del trabajo ya se ha hecho» y que espera la respuesta a la carta que envió la UE al Mercosur para trabajar en cómo llegar a «soluciones de compromiso» para las cuestiones pendientes entre ambos bloques.
«Mi objetivo sería efectivamente que hagamos todo lo posible para que se concluya lo antes posible», señaló Von der Leyen, porque insistió: «Tenemos una ventana de oportunidad ahora para concluir este acuerdo».
E instó a los equipos a trabajar de la manera más expedita posible y destacó que la UE está encantada de «trabajar con todo el ahínco del mundo» para lograr un acuerdo que «sea beneficioso para ambas partes lo antes posible».
Para la europea, el papel que podría desempeñar el acuerdo UE-Mercosur es «importantísimo» porque podría desencadenar todo el potencial posible de las cadenas de valor.
La UE espera las contrapropuestas del Mercosur al instrumento de garantías ambientales planteado por los europeos en las nuevas conversaciones para el acuerdo comercial que ambos bloques firmaron en 2019, tras 20 años de negociaciones, y que está pendiente de ratificación.
Mientras que la UE exige garantías de que no importará productos del Mercosur que contribuyan a la deforestación o a los cambios climáticos, algunos miembros del grupo, como Brasil, piden renegociar lo ya acordado sobre compras gubernamentales.
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