Irán se abre paso en Latinoamérica

INTERNACIONAL

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Presidente iraní, Ebrahim Raisi, de visita en Venezuela con su par Nicolás Maduro / Foto: president.ir

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El presidente iraní, Ebrahim Raisi, visitó Nicaragua para discutir con Daniel Ortega acuerdos de cooperación bilateral en ciencia y tecnología.

El presidente Raisi, anunció este miércoles en Managua que a pesar de la distancia geográfica entre su país y América Latina, busca profundizar los lazos de amistad con Nicaragua para compartir «capacidades y experiencias».

Raisi llegó el martes a Nicaragua para discutir con su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, acuerdos de cooperación bilaterales en ciencia y tecnología, energía, economía y comercio, cultura y política, y este miércoles visitó la Asamblea Nacional en el último día de su visita al país.

«Nosotros tenemos la disposición de compartir nuestras capacidades y nuestras experiencias con el hermano y amigo país de Nicaragua, nuestra visita a América Latina y a Nicaragua demuestra la voluntad política de nuestro país de consolidar y profundizar más nuestras relaciones de amistad», indicó Raisi en un discurso ante los diputados, según la traducción oficial.

«Los pueblos de Irán y Nicaragua comparten una historia común de lucha, de resistencia, de revoluciones, de combate frente a un enemigo común», sostuvo.

Raisi criticó a Estados Unidos y otras «potencias imperialistas», acusándolas de atacar y desestabilizar gobiernos independientes en el mundo a través de intentos de golpes de estado y sanciones económicas. «Hay mucha distancia geográfica entre Nicaragua e Irán y la región de América Latina, pero nuestros corazones están muy cercanos y nuestros objetivos también son muy cercanos», afirmó.

El líder iraní inició el lunes en Venezuela su primera visita a América Latina y este miércoles viajará a Cuba, última etapa de su gira por países latinoamericanos «amigos». En Caracas, Raisi y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, firmaron 25 acuerdos para reforzar la cooperación entre ambos países sancionados por Estados Unidos.

Al recibir al «hermano presidente» iraní el martes, Ortega resaltó la coincidencia del triunfo de la revolución islámica en febrero de 1979 y de la revolución sandinista en julio del mismo año. «Por eso siempre hemos dicho y repetido que somos revoluciones gemelas, de profundas raíces en la defensa de nuestra identidad», expresó el presidente nicaragüense.

Raisi es el segundo presidente iraní que visita Nicaragua desde que en 2007 y 2012 lo hiciera el entonces mandatario Mahmud Ahmadineyad.

Nicaragua quiere petróleo de Irán en lugar del de EE. UU., mientras Bolivia amenaza con cortarle el gas a Brasil. Ambos casos son consecuencias de la invasión rusa a Ucrania.

No pasa un día en América Latina sin noticias y especulaciones sobre el sector energético: Nicaragua está considerando abastecerse de petróleo de Irán y abandonar el crudo proveniente de Estados Unidos.

Por su parte, Bolivia quiere renegociar el suministro de gas a Brasil. Esto porque el ataque de Rusia a Ucrania ha provocado una crisis energética que actualmente también golpea a América Latina.

Según Roberto Goulart Menezes, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia, «no hay disputa comercial entre Brasil y Bolivia, sino un conflicto por negocios operativos».

El acuerdo de suministro de gas de Bolivia a Brasil entró en vigor en 1999 y tiene una vigencia de 20 años. Sin embargo, desde 2019 ese contrato no se ha renovado, según cuenta Goulart Menezes a DW.

Ahora Brasil sigue pagando siete dólares estadounidenses por MMBTU (millones de unidades térmicas británicas, equivalentes a 26,4 metros cúbicos). Argentina, en cambio, paga 19 dólares por la misma cantidad. Ante este escenario, Bolivia quiere imponer un precio de mercado estándar para sus envíos de gas a Brasil, que se equipare con el precio que paga Argentina.

En plena campaña presidencial brasileña, las renegociaciones sobre el suministro de gas se están convirtiendo en un factor emocional que entra al juego electoral. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusa al gobierno socialista de Bolivia de querer dañar deliberadamente a su gobierno. Mientras que su retador en las urnas, Inacio Lula da Silva, responde que Bolsonaro difunde noticias falsas sobre Bolivia.LULA

Además de los cambios económicos, también hay turbulencias de entrega controladas políticamente en el mercado internacional. El diario «La Prensa», de Nicaragua y crítico con el gobierno de Daniel Ortega, informó recientemente que el gobierno sandinista planea cambiar las importaciones de petróleo. Es así como en lugar de comprarle crudo a su enemigo ideológico, Estados Unidos, Ortega quiere obtener su petróleo de Irán en el futuro. Nicaragua sigue la misma lógica que muchos otros países: la energía debe obtenerse de Estados que están ideológicamente de su lado.

Se espera que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, represente a América Latina en la cumbre del G7 en Alemania, que se realizará a fines de junio, algo muy esperado por los países industrializados que están interesados en los grandes yacimientos de gas que se encuentran en la zona de «Vaca muerta», en ese país sudamericano. Para poder extraer mayores volúmenes de gas, Argentina necesita inversiones internacionales, contactos que podrían concertarse en la cumbre internacional.

Una situación parecida es la que vive Venezuela con su regreso progresivo al mercado del petróleo gracias a que Estados Unidos alivió recientemente algunas sanciones contra ese país, que, entre otras cosas, prohibían el comercio con la empresa petrolera estatal PDSVA, haciendo imposibles las exportaciones a terceros países.

Aunque el gobierno socialista venezolano ha sido fuertemente criticado internacionalmente por violaciones a los derechos humanos, en la situación actual el presidente Nicolás Maduro puede esperar que Estados Unidos pronto vuelva a dar luz verde a las exportaciones de petróleo de su país.

Sin embargo, «la crisis en Venezuela, que se prolonga desde hace casi una década, ha debilitado gravemente la capacidad de producción de petróleo», explica el profesor Goulart Menezes. Por esta razón, la deteriorada industria petrolera venezolana necesita inversión internacional para aumentar la producción nuevamente. El primer punto de contacto en este sentido sería la empresa estadounidense Chevron, ya que Washington ha permitido que esta compañía mantenga negociaciones directas con Venezuela para reanudar las relaciones comerciales.

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