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Ucrania espera la luz verde para ser parte de la alianza militar, motivada por la invasión rusa. Por su parte, Finlandia ya fue aceptada. Suecia también espera la aprobación.

«Tienen que cumplir los mismos estándares. Es decir que no resultara fácil», expresó el presidente estadounidense Joe Biden el sábado al ser consultado por periodistas sobre el ingreso de Ucrania a la OTAN.

Asimismo, calificó de «totalmente irresponsable» el despliegue de las primeras ojivas nucleares rusas en Bielorrusia, una medida fruto de un acuerdo anunciado en marzo entre el presidente ruso Vladímir Putin y su par bielorruso Alexandr Lukashenko, que cedió el territorio de su país a Rusia para atacar Ucrania.

Los comentarios de Biden se producen antes de la próxima cumbre anual de la OTAN, que se llevará a cabo el 11 y 12 de julio en Vilnius, Lituania.

En ese encuentro, Ucrania no será invitada a incorporarse a la alianza militar, adelantó el viernes su secretario general Jens Stoltenberg, aunque señaló que el país europeo podrá ser «miembro en un momento dado».

El 4 de abril, Finlandia se convirtió en el socio 31 de la OTAN, mientras Suecia aún no ha obtenido la luz verde necesaria de dos miembros, Turquía y Hungría, y permanece todavía a las puertas del grupo.

Tras décadas de neutralidad, luego de un alineamiento militar desde el final de la Guerra Fría, los dos países nórdicos anunciaron el pasado mes de mayo su candidatura, como consecuencia directa de la invasión rusa de Ucrania y la exigencia de Moscú de congelar cualquier expansión de la alianza.

El sudafricano Cyril Ramaphosa lidera un grupo que busca mediar en el conflicto, el cual según él «tiene un impacto negativo en el continente africano».

El presidente Ramaphosa, al frente de una tentativa de mediación africana, le dijo este sábado al presidente ruso Vladímir Putin que la guerra en Ucrania debe llegar a su fin.

La invasión rusa «debe solucionarse mediante negociaciones y medios diplomáticos», afirmó Ramaphosa al ser recibido por Putin en San Petersburgo, Rusia. El conflicto «tiene un impacto negativo en el continente africano y por supuesto en muchos otros países en todo el mundo», agregó.

La delegación, integrada por siete países africanos, «vino con un mensaje claro: esta guerra debe ser resuelta», insistió Ramaphosa.

El viernes al recibir la delegación en Kiev, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski descartó la tentativa de mediación y destacó la prioridad de la contraofensiva lanzada por su país para recuperar territorios de los que se apoderó Rusia desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.

«Cualquier tipo de negociación con Rusia, cuando el ocupante está en nuestra tierra, equivaldría a congelar la guerra, congelar el dolor y el sufrimiento» y sería un «engaño» que pueda servir a Moscú, declaró.

La misión de mediación está integrada por Ramaphosa y por sus pares de Senegal, Zambia y Comores, así como por altos representantes congoleños, ugandeses y egipcios.

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