Israel se acerca a China

INTERNACIONAL

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Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu / Foto: U.S. Secretary of Defense

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En medio de tensiones diplomáticas con su principal aliado, el primer ministro israelí espera viajar en julio a Pekín para reunirse con Xi Jinping.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo este martes que había sido invitado a China y confirmó su intención de viajar próximamente, destacando que Estados Unidos sigue siendo el principal aliado israelí. La información la entregó en una reunión con una delegación bipartidista de congresistas estadounidenses.

La visita será la cuarta que Netanyahu realiza al gigante asiático, donde se reunirá con el mandatario chino, Xi Jinping, y según medios hebreos, está prevista para el mes de julio. «El primer ministro Netanyahu enfatizó a los miembros del Congreso que la cooperación en seguridad e inteligencia entre EE. UU. e Israel está en su punto más alto y que EE. UU. siempre será el aliado más vital e insustituible de Israel», indicó un comunicado de la oficina del primer ministro.

El gobierno de Estados Unidos fue notificado hace un mes de la visita, agregó la oficina. La invitación ocurre en momentos de tensión entre Israel y Washington, al punto de que Netanyahu no ha sido invitado a la Casa Blanca, como es tradición. El presidente palestino Mahmoud Abbas visitó Pekín en junio, ocasión en que Xi expresó el interés chino por ayudar a promover conversaciones de paz con Israel.

Desde 1969, cuando Richard Nixon recibió a Golda Meir en Washington, todos los primeros ministros de Israel han visitado o sido formalmente invitados a la Casa Blanca en los primeros tres meses de legislatura, incluido el propio Netanyahu en sus anteriores gobiernos. Sin embargo, en marzo, el presidente Joe Biden dijo que no tenía intención de invitar a Netanyahu «a corto plazo» a Washington.

El Gobierno estadounidense está marcando distancias con el actual Ejecutivo israelí, y ha criticado abiertamente algunas de sus políticas más polémicas, principalmente la reforma judicial, que busca socavar la independencia de la justicia y la separación de poderes; y más recientemente la expansión de asentamientos judíos en Cisjordania ocupada y el agravamiento de la violencia en ese territorio.

La región vive una nueva ola de violencia desde que el miércoles las fuerzas israelíes irrumpieron en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, el tercer lugar más santo del Islam, para desalojar a fieles palestinos.

El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió «restaurar la seguridad» en Israel actuando en «todos los frentes», tras el último estallido de violencia en la región que dejó dos nuevas muertes.

El jefe del gobierno israelí anunció también en rueda de prensa que mantiene en el cargo al ministro de Defensa, Yoav Gallant, del que había anunciado el cese en marzo por diferencias políticas.

«No permitiremos que el Hamás terrorista se asiente en Líbano», y actuaremos «en todos los frentes», declaró Netanyahu, después de que el ejército acusara a este movimiento islamista palestino de estar detrás del lanzamiento, el jueves, de decenas de cohetes sobre el norte de Israel.

La región vive una nueva espiral de violencia desde que el miércoles las fuerzas israelíes irrumpieron brutalmente en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, el tercer lugar más santo del Islam, para desalojar a fieles palestinos.

Más de 30 cohetes fueron disparados al día siguiente desde Líbano hacia Israel, que replicó a continuación con bombardeos en el sur de Líbano y en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás.

El nuevo estallido de violencia coincidió con el mes ayuno musulmán del ramadán, la Pascua judía y la cristiana.

Netanyahu ya venía enfrentando estos días una gran tensión interna por la oposición a la reforma judicial promovida por su gobierno, que decidió congelar con la esperanza de recabar más apoyos.

En Tel Aviv, cientos de personas se manifestaron en la noche del lunes en contra del gobierno y del discurso de Netanyahu, que en varios sondeos ya aparece por detrás de la oposición en caso de unas eventuales elecciones.

Entre las consecuencias de esta crisis política estuvo el cese a fines de marzo del ministro Gallant, quien había pedido detener la reforma judicial, que según los detractores de la misma socava la independencia de la justicia respecto al poder legislativo.

Netanyahu anunció el lunes que si bien tuvo «disputas difíciles» con Yoav Gallant, decidió mantenerlo en su cargo. «Seguiremos trabajando juntos para garantizar la seguridad de los ciudadanos de Israel», dijo.

La violencia continuó este lunes, con la muerte de un adolescente palestino y de una mujer israelo-británica herida el viernes en un ataque en Cisjordania, en el cual habían fallecido sus dos hijas.

El ejército israelí indicó haber llevado a cabo «una operación» en Aqabat Jaber, un campo de refugiados cerca de Jericó, para encontrar a «un sospechoso de terrorismo».

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