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El ministerio de Defensa de Taiwán detectó los dos buques sin detallar a que distancia de sus costas navegaban, pero aseguró que fueron monitoreados.
Taiwán detectó el martes dos fragatas rusas cerca de su costa este y envió buques y aviones de vigilancia para monitorear su desplazamiento, informó el ministerio de Defensa Nacional de la isla.
Los buques de guerra rusos fueron «detectados navegando de sur a norte en aguas de nuestra costa este» a las 23H00 (15H00 GMT) del martes, según el ministerio.
Las fuerzas armadas taiwanesas monitorearon sus movimientos y «desplazaron aviones, buques y (activaron) un sistema de misiles para vigilar», agregó.
El ministerio no precisó a qué distancia de la costa se situaban los barcos de guerra.
Taiwán reporta una presencia casi diaria de buques chinos cerca de sus aguas.
China considera que la isla de gobierno autónomo es parte de su territorio y ha prometido tomarla un día, incluso por la fuerza.
Pero la presencia de buques de guerra rusos es novedoso.
La agencia estatal rusa Interfax reportó el martes que «el destacamento (ruso) de buques de guerra de la Flota del Pacífico ingresó al mar de Filipinas después de cruzar el mar de China Meridional».
Los navíos realizaban tareas como parte de un recorrido marítimo de largo alcance que incluyó «una batalla naval simulada para repeler un ataque con misiles de un enemigo simulado en el mar», agregó Interfax.
Taiwán impuso sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania, abarcando exportaciones como tecnología informática y maquinaria.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se puso en contacto con Moscú para hablar de las embajadas de Rusia y Estados Unidos, y ambas partes están en conversaciones sobre el tema, dijo el miércoles el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Las embajadas de ambos países se han reducido severa y recíprocamente en los últimos años a medida que las relaciones han empeorado, sobre todo desde que Rusia arrebató Crimea a Ucrania en 2014, y especialmente después la invasión de Moscú al país vecino el año pasado.
El personal diplomático estadounidense en Rusia es ahora una décima parte del que había en 2017 (1.200 personas), y aproximadamente la mitad son infantes de marina u otros guardias de seguridad.
Podría decirse que las relaciones tocaron fondo en marzo con la detención del periodista estadounidense Evan Gershkovich, acreditado en Rusia por el Wall Street Journal, bajo sospecha de espionaje, acusación que su empleador y el Gobierno estadounidense han rechazado.
Tampoco hay indicios de que las potencias vayan a reanudar los esfuerzos de control de armamento, después de que el presidente Vladímir Putin suspendiera en febrero la participación de Moscú en el tratado de armas nucleares New Start, el último pacto armamentístico que queda entre Estados Unidos y Rusia.
Las conversaciones previstas sobre la reanudación de las inspecciones en virtud del tratado se habían cancelado previamente, con Rusia alegando que no tenía sentido debatir este asunto sin incluir cuestiones estratégicas más amplias.
El miércoles, en el texto de una entrevista con la televisión rusa publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Lavrov insinuó algunas de ellas.
«Nadie quiere una guerra nuclear, pero no en vano (…) se crearon contrapesos en forma de los tratados de los que hablamos: (sobre) defensa antimisiles, misiles de alcance intermedio y más corto y el Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas (New Start)», declaró.
A pesar de la profunda congelación de las relaciones, ha habido algunos indicios de que se mantienen los contactos.
*Imagen ilustrativa.
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