Cumbre del Mercosur en Argentina

ARGENTINA

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Presidente de Argentina, Alberto Fernández, junto a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva / Foto: Casa Rosada (Presidencia de la Nación)

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Cinco presidentes sudamericanos y uno electo se darán cita el próximo martes en la cumbre semestral que celebrará el Mercosur en la ciudad argentina de Puerto Iguazú y que tendrá a las negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE) como uno de sus temas centrales.

Fuentes oficiales confirmaron a EFE que en la cita regional estarán presentes los jefes de Estado de los cuatro miembros plenos del bloque creado en 1991: el argentino Alberto Fernández, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el uruguayo Luis Lacalle Pou y el paraguayo Mario Abdo Benítez.

También asistirán Luis Arce, presidente de Bolivia, país en proceso de adhesión plena al Mercosur, y el presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, quien asumirá en agosto próximo.

El encuentro se realizará en un lujoso hotel dentro del parque nacional argentino Iguazú (1.300 kilómetros al noreste de Buenos Aires), que protege las imponentes Cataratas del Iguazú, en el límite entre Argentina y Brasil.

La cumbre presidencial tendrá como antesala en la mañana de este lunes una reunión ordinaria del Consejo Mercado Común (CMC) del Mercosur, con la presencia de los cancilleres de los cuatro Estados parte y de Bolivia.

En la tarde del lunes, se sumarán los representantes de los países asociados al bloque (Perú, Chile, Ecuador, Colombia, Guyana y Surinam).

En paralelo, también esa tarde se celebrará una reunión de ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del Mercosur, Bolivia y los países asociados.

Las deliberaciones del martes estarán presididas por Alberto Fernández, quien, además de traspasar la Presidencia del bloque a Lula da Silva, hará un balance de la actividad del Mercosur durante el primer semestre.

Según destacaron fuentes del Gobierno argentino, en la primera mitad del año se lograron avances en las negociaciones externas del bloque, en particular, en los trabajos preparatorios del bloque de cara a las negociaciones con la Unión Europea, «con el objetivo de equilibrar y actualizar» el acuerdo político alcanzado en 2019 y que ahora es objetivo de revisiones y nuevas negociaciones.

La Presidencia pro témpore de Argentina en el Mercosur también ha trabajado en las negociaciones para profundizar el tratado de libre comercio con Israel, impulsar las conversaciones con República Dominicana, El Salvador y Honduras, y promover el inicio de negociaciones comerciales con Emiratos Árabes Unidos.

En 2022, el comercio total del Mercosur con el resto del mundo alcanzó un récord de 752.600 millones de dólares.

En cuanto el comercio intrabloque, luego de una etapa de desaceleración tras la crisis financiera de 2009 y la pandemia de covid-19, en los últimos dos años los intercambios entre los cuatro socios del bloque tomó renovado impulso.

Así, los volúmenes de intercambio pasaron de los 33.000 millones de dólares en 2019 ─antes de la irrupción de la pandemia─ a 46.000 millones en 2022, el mayor valor desde 2014.

Los productos de mayor crecimiento fueron las manufacturas de origen industrial, entre ellas, vehículos y productos químicos.

Los líderes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se reúnen el martes en Puerto Iguazú para una cumbre del Mercosur en la que buscarán limar asperezas tanto dentro como fuera de sus fronteras, con Venezuela, China y la Unión Europea entre los asuntos espinosos a debatir.

El Mercado Común del Sur (Mercosur) vive un momento decisivo para su futuro, en medio de divergencias comerciales y políticas de sus socios.

La cumbre del pasado mes de diciembre puso de manifiesto las ansias de Uruguay por una flexibilización del bloque creado en 1991 y que en los últimos años ha quedado relegado a un segundo plano.

La posición uruguaya, que incluye reducir las tasas de importación del bloque y libertad para poder negociar de forma unilateral un acuerdo de libre comercio con terceros países, confronta con la del resto de los miembros del bloque.

«El Mercosur está estancado desde hace mucho tiempo. Recuperarlo es importante, pero hay que pasar del discurso a la acción», afirmó a EFE Lia Valls, investigadora asociada del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV).

No obstante, para la cita de Iguazú hay un factor diferencial y novedoso: el regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, la mayor potencia regional, que recibirá de manos de Argentina la Presidencia pro tempore del Mercosur.

El dirigente progresista asumió por tercera vez el poder el 1 de enero y se ha marcado como uno de sus grandes objetivos impulsar definitivamente la integración suramericana.

En los primeros días de su mandato, viajó a Uruguay para intentar convencer al presidente de ese país, Luis Lacalle Pou, de que caminando «juntos» son más fuertes.

Lula compartió entonces la necesidad de «renovar» el Mercosur y le prometió a su homólogo uruguayo discutir un posible acuerdo comercial del bloque con China, pero sólo cuando se cierren las negociaciones aún en curso con la Unión Europea.

Porque las tratativas con la UE son otro de los puntos de fricción en el candelero después de que el bloque comunitario incluyera un protocolo medioambiental anexo al acuerdo de 2019, documento visto con recelo en el seno del Mercosur.

Se espera que Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay acuerden una posición común en Iguazú frente a la nueva carta verde de la UE.

Por otro lado, la situación de Venezuela, país suspendido del Mercosur desde 2017 por la «ruptura del orden democrático», según consideraron en la época los otros cuatro socios, también puede generar roces este año.

Ello porque el Brasil de Lula y la Argentina de Alberto Fernández, que dejará el poder en diciembre, son favorables al regreso del país caribeño al organismo, frente a las reservas de Paraguay y Uruguay, gobernados por líderes conservadores.

El canciller argentino, Santiago Cafiero, dijo en una reciente entrevista con EFE que ahora es el momento de «colaborar» con el Gobierno de Nicolás Maduro, quien fue recibido con honores de Estado por Lula en mayo pasado en Brasilia, en pro de rescatarlo del aislamiento internacional.

Sin embargo, para Valls la situación de Venezuela «divide el Mercosur» en la medida en que «Paraguay y Uruguay no son entusiastas con su retorno, como tampoco lo son con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)», a la que también han vuelto Brasil y Argentina.

Y, mientras, Bolivia sigue esperando luz verde para convertirse en miembro pleno del Mercosur.

El trámite de adhesión del país andino se inició hace una década, ya fue concluido por Argentina, Uruguay y Paraguay, pero está pendiente de ser ratificado por el Congreso de Brasil, hoy dominado por fuerzas conservadoras.

Además, el equilibrio de fuerzas en el Mercosur podría cambiar dependiendo del resultado de las presidenciales de octubre en Argentina, «una gran interrogación» para Valls, pues en caso de una derrota del peronismo, Lula podría quedarse como el único líder progresista del bloque suramericano.

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