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El opositor, enconado enemigo de Vladímir Putin, es acusado de «extremismo» en un juicio que se realiza a puertas cerradas y cuya sentencia se conocerá en agosto.
La Fiscalía de Rusia pidió este jueves una pena de 20 años de prisión para el ya encarcelado líder opositor Alexei Navalny, en un nuevo juicio exprés que se celebró contra él por supuesto extremismo, informó el canal de Telegram del político. La petición del fiscal incluye que la pena se cumpla en una prisión de régimen estricto. La sentencia se conocerá el próximo 4 de agosto.
El activista anticorrupción de 47 años, que actualmente cumple una pena de ocho años de cárcel por «fraude», podría pasar hasta 30 años en prisión si llega a ser condenado por este nuevo caso. En el juicio, que comenzó hace un mes y se realiza a puertas cerradas, Navalny volvió a criticar la invasión rusa a Ucrania, aludiendo a las «decenas de miles de muertos en la guerra más estúpida e insensata del siglo XXI», según sus declaraciones, difundidas por sus colaboradores.
«Tarde o temprano [Rusia] se levantará. Y depende de nosotros saber en qué se apoyará en el futuro», agregó. El opositor, que sobrevivió a un envenenamiento en 2020 (del que acusó al Kremlin), está encarcelado desde enero de 2021. Su proceso se lleva a cabo en la colonia penitenciaria de alta seguridad IK-6, en Melekhovo, a 250 kilómetros al este de Moscú.
En este nuevo caso penal, Navalny, de 47 años, fue acusado de financiar y de instigar acciones extremistas y de crear una organización, el proscrito Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), que atentó contra los derechos de los ciudadanos. Además, se le han imputado cargos por involucrar a menores de edad en acciones peligrosas, en referencia a manifestaciones opositoras no autorizadas.
Archienemigo del dirigente Vladímir Putin, Navalny afirma que todos estos procesos obedecen a razones políticas. El régimen penitenciario estricto que la Fiscalía ha pedido para él implica que sólo podría tener tres visitas al año, dos de ellas breves, y recibir únicamente un paquete en ese período.
En tanto, la Unión Europea (UE) exigió a Rusia la liberación «inmediata e incondicional» de Navalny. «Audiencia a puerta cerrada en otro juicio por motivos políticos contra Navalny», escribió Peter Stano, portavoz del jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, en su perfil de Twitter. «Las autoridades deben permitir visitas de su familia retrasadas desde hace mucho tiempo. La UE pide a Rusia su liberación inmediata e incondicional», añadió Stano.
El líder opositor encarcelado tras un juicio que sus seguidores consideran intencionado políticamente, aseguró el lunes a través de un comunicado que la derrota militar de Rusia en Ucrania es «inevitable», aun cuando el Kremlin envíe más soldados a combatir al frente.
A pocos días de que se cumpla un año de la invasión, el político de 46 años sostuvo que se debería permitir que Ucrania determine su propio destino y que Rusia debería respetar las fronteras de 1991, y acusó que «decenas de miles de ucranianos inocentes» han muerto debido a que el dirigente ruso Vladímir Putin quiere aferrarse al poder a cualquier costo.
«Las vidas de decenas de miles de soldados rusos han sido arruinadas sin ningún sentido», agregó. «La derrota militar final puede ser aplazada a costa de las vidas de cientos de miles de reservistas adicionales, pero en el fondo es inevitable», afirmó. También propuso un programa de 15 puntos para una posguerra sin Putin al frente de los destinos del país.
El opositor ─que es el político disidente más prominente en Rusia─ indicó que Moscú debe «dejar tranquila a Ucrania» y pagar al país devastado por la ofensiva por las pérdidas una vez que se terminen los combates. «Putin lanzó una agresiva e injusta guerra contra Ucrania con motivos ridículos», y aseguró que las causas del conflicto son «los problemas políticos y económicos dentro de Rusia», «las ansias de Putin de retener el poder a cualquier precio» y su aspiración de «pasar a la historia como un zar-conquistador».
También denuncia «crímenes de guerra» y califica de «hipócritas» los llamados del Kremlin a un cese del fuego y a entablar negociaciones con Kiev. «La combinación guerra agresiva, más corrupción, la inutilidad de los generales, una economía débil, el heroísmo y gran motivación de los que se defienden tiene como único resultado la derrota», apunta.
Navalny fue envenenado en 2020 con un químico que data de la era soviética y que afecta el sistema nervioso y casi muere en este incidente, del cual responsabilizó a Putin. El opositor tuvo que ser tratado en Alemania y volvió a Rusia en enero de 2021 y fue arrestado al aterrizar en Moscú.
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