INTERNACIONAL

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La crisis diplomática derivada de la profanación del Corán en Estocolmo sigue aumentando. Ahora se suma Dinamarca, donde un sujeto quemó un supuesto ejemplar de libro sagrado musulmán.
El ministro de Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, ha afirmado que su país no recibirá a un nuevo embajador de Suecia y no enviará un iraní, informó este sábado la agencia de noticias oficial iraní, IRNA.
«El embajador sueco en Teherán ha terminado su mandato, y el presidente de la República Islámica ha ordenado no recibir al nuevo embajador sueco a menos que el gobierno de su país tome medidas serias contra la persona que ofende el sagrado Corán», dijo Abdollahian, según IRNA.
La policía iraquí dispersó una nueva protesta de cientos de partidarios del influyente líder religioso Moqtada Sadr en Bagdad, que se manifestaban contra las recientes profanaciones del Corán en Suecia.
La manifestación fue convocada tras informes de prensa sobre una profanación del Corán en Dinamarca, donde un sujeto habría quemado un supuesto ejemplar del Corán y pisoteado una bandera iraquí, algo que fue confirmado por la inspectora jefa adjunta de la policía de Dinamarca, Trine Fisker.
En la plaza Tahir, en el centro de la capital iraquí, cientos de manifestantes se congregaron para protestar. La policía había cortado el acceso a la Zona Verde, el barrio que alberga las instituciones del gobierno y las embajadas, pero los manifestantes intentaron acceder por la fuerza con el fin de llegar a la embajada de Dinamarca, y aunque un puñado logró pasar la policía los hizo retroceder.
Estocolmo fue escenario de dos profanaciones recientes del Corán, la primera a fines de junio y la última el pasado jueves, protagonizadas por un refugiado iraquí, Salwan Momika, de 37 años. Esto desató una crisis diplomática entre Suecia e Irak, que expulsó a la embajadora sueca.
El iraki Salwan Momika quemó el libro sagrado del islam y amenazó con repetir la acción en Suecia, donde vive desde 2018. Sus compatriotas iraquíes exponen su pasado político y protestan.
Sus acciones han generado una agria disputa diplomática entre Irak y Suecia y es probable que enciendan la llama en otras regiones del mundo musulmán. Pero es difícil saber cuán en serio hay que tomar las motivaciones del solicitante de asilo iraquí que quemó páginas del libro sagrado del islam, el Corán, en Estocolmo (Suecia).
Salwan Momika, de 37 años, había planeado repetir la quema esta semana, menos de un mes después de haber causado malestar internacional al incendiar páginas del libro frente a una mezquita en Estocolmo. Momika, quien vive en Suecia desde 2018, se describe en Facebook como «pensador y escritor… un ateo libre» y sostuvo que su protesta busca expresar sus sentimientos frente a la religión.
El pasado jueves, sin embargo, Momika no prendió página alguna del Corán. De pie frente a la embajada iraquí en Estocolmo, el solitario manifestante pisoteó el libro y también la bandera de su país. Además, se limpió los pies con fotografías del destacado clérigo iraquí Muqtada al-Sadr y del líder iraní Ali Jamenei.
La acción provocó malestar en Irak incluso antes de que sucediera. En ese país, seguidores del clérigo Al-Sadr irrumpieron en la embajada sueca en Bagdad la mañana del jueves e incendiaron el recinto. Luego, el primer ministro iraquí ordenó la expulsión de la embajadora sueca, así como la salida del encargado de negocios iraquí en Estocolmo, además de suspender el permiso de operaciones de la empresa sueca de comunicaciones Ericsson
En las redes sociales, algunos iraquíes cuestionaron la pertinencia de la reacción del gobierno de su país, aunque otros también pusieron en duda las motivaciones que tendría Momika para sus protestas. Una investigación realizada por France24 analizó más de cerca las publicaciones en internet de quienes dicen conocer a Momika.
Momika llegó a Suecia en 2018, y las autoridades del país europeo confirmaron que se le concedió un permiso de residencia de tres años en 2021. Los investigadores de France 24 verificaron varios videos que lo mostraban con trajes militares, junto a miembros de distintas milicias. Concluyeron que Momika fundó un partido político en Irak, el Partido de la Unión Democrática Siria, en 2014, así como la milicia asociada.
Este grupo, como muchos otros de esa época, se creó para combatir al grupo radical Estado Islámico, aunque luego se vinculó a una variopinta variedad de otros movimientos, entre ellos milicias de afiliación chiita apoyadas por Irán, así como milicias kurdas, que tienen una agenda más atea y cercana al comunismo. Periodistas iraquíes, en tanto, aseguraron que Momika dejó el país debido a una lucha de poder con el líder de otra milicia cristiana.
También se cree que Momika apoyó al clérigo Al-Sadr en una etapa y habría participado en protestas antigubernamentales. Además, el iraquí habría tenido algunos problemas con las autoridades suecas, tras amenazar con un cuchillo a un compañero de apartamento. Todo esto llevó a los investigadores de France24 a insinuar que las motivaciones de Momika en sus recientes protestas podrían tener otros fines.
Otros reportes sobre el iraquí habían planteado dudas similares anteriormente. «Momika es activo en varias redes sociales, especialmente en TikTok y Facebook», dice France24. «Sin embargo, todas sus cuentas fueron creadas después de obtener el estatus de refugiado en Suecia… Momika ha posteado docenas de videos, a menudo con nombres de países musulmanes como hashtags. Esto hace probable que en realidad trate de buscar la mayor publicidad posible para su quema del Corán».
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