Guerra de drones entre Ucrania y Rusia

INTERNACIONAL

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Foto: АрміяInform

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La capital ucraniana resiste «ataques masivos» de drones rusos. El jueves, la alarma aérea se prolongó por tres horas.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, admitió el jueves que la contraofensiva de sus tropas enfrenta una encarnizada resistencia, pero que se está «imponiendo» ante los «ocupantes» rusos.

«Los ocupantes tratan de frenar con todas sus fuerzas a nuestros muchachos. Los combates son muy violentos», pero «poco importa lo que haga el enemigo, el ejército ucraniano se está imponiendo», declaró el mandatario.

Ucrania lanzó en junio una contraofensiva para tratar de recuperar territorios del este perdidos desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, aunque por el momento los avances son modestos.

Rusia y Ucrania volvieron a protagonizar el jueves un inquietante duelo de drones, que fueron derribados por las defensas antiaéreas de ambos bandos, según reportó la agencia española EFE. El frente oriental de Járkov, limítrofe con el Dombás, centra ahora los combates más cruentos, destacó.

Las baterías de Kiev lograron derribar durante la madrugada hasta 15 drones «Shahed 136/131» rusos de fabricación iraní, sin que se registraran heridos ni daños de consideración.

Los aparatos no tripulados acaparan desde hace semanas el protagonismo tanto en el aire, sea en Moscú, Kiev o Crimea, como en las aguas del mar Negro.

En Kiev el ataque fue «masivo» y la alarma aérea se prolongó por espacio de tres horas, según informó la administración militar de la capital ucraniana.

La Fuerza Aérea precisó que los ataques fueron realizados desde Briansk, región rusa que limita con Ucrania.

Kiev ya había sido escenario la madrugada anterior de un bombardeo con 10 drones, que fueron abatidos pero cuyos fragmentos causaron daños a edificios administrativos.

Además, la artillería rusa atacó el jueves la capital de la región de Jersón, donde ocho personas resultaron heridas, cuatro de ellas pasajeros, cuando un proyectil alcanzó un trolebús.

Otro obús impactó el jueves contra la catedral de Santa Catalina, según las autoridades de Kiev, y contra un edificio que alberga el consulado griego, que está fuera de servicio desde hace año y medio.

Según la Fiscalía, 10.749 civiles ucranianos, 499 de ellos menores, han muerto desde el inicio de la invasión rusa, a lo que hay que sumar 15.599 heridos.

En un corto período de tiempo, edificios de gran altura en un distrito comercial de Moscú se han convertido en el objetivo de los ataques con drones no tripulados. En la noche del 30 de julio, se estrellaron drones contra dos edificios que albergan oficinas del Ministerio de Industria y Comercio, el Ministerio de Desarrollo Económico y el Ministerio de Comunicaciones. Y en la noche del 1 de agosto, un dron volvió a golpear la fachada de una de las torres de la ciudad de Moscú. Según el alcalde, Sergei Sobyanin, hubo un impacto en el piso 21. Se destruyeron 150 metros cuadrados de acristalamiento.

La agencia de noticias estatal rusa TASS, citando a una fuente de alto nivel, informó que los drones que impactaron en Moscú en la noche del 1 de agosto procedían de Ucrania. Sin embargo, Kiev no se ha hecho responsable del ataque con drones en Moscú.

El asesor de la Oficina Presidencial de Ucrania, Mijailo Podoliak, tuiteó: «Moscú ahora se está acostumbrando aceleradamente a la guerra total, que pronto descenderá finalmente al territorio del «autor de la guerra» para cobrarle todas sus deudas… Todo lo que sucederá a continuación en Rusia es un proceso histórico objetivo. Habrá más drones no identificados, más destrucción, más conflictos entre ciudadanos y más guerra».

El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, por su parte, habla de «ataques del régimen de Kiev». Se dijo que algunos de los drones quedaron inutilizados por la «guerra electrónica» y se estrellaron contra edificios. Las defensas aéreas derribaron también otros drones frente a Moscú.

Serguei Migdal, expolicía israelí y experto en seguridad, ve con mirada crítica la declaración del Ministerio de Defensa ruso. «Israel está demasiado familiarizado con tales informes de las defensas aéreas sirias sobre «derribar todos los misiles», mientras que los sirios filman almacenes y aeropuertos en llamas. A eso lo llamamos «neutralización de los misiles israelíes por parte de los edificios»», dice irónicamente Migdal.

Según él, el Ejército ruso «todavía no ha resuelto el problema de interceptar drones y misiles ucranianos en áreas más cercanas a la frontera con Ucrania o la línea de contacto». Toda la carga de la defensa antiaérea rusa correría a cargo de los sistemas de combate de cercanía, en este caso, el sistema de misiles antiaéreos Panzir-S1, destinado a proteger importantes infraestructuras civiles y militares, explica el experto.

Y añade que el sistema es muy bueno, pero solo se dispara en el último segundo antes de dar en el blanco. «Es como la lotería. Ningún sistema ofrece una protección del 100%. La probabilidad de que un sistema Panzir no intercepte un dron es muy alta. En algunos casos, es al menos del 50 por ciento», dice Migdal, que se muestra escéptico sobre el anuncio del Ministerio de Defensa ruso de que los drones habían sido desactivados por otro motivo. En su opinión, no tiene sentido desactivar los drones que han superado las defensas del perímetro exterior y ya están sobre la ciudad.

De acuerdo con Migdal, los medios de guerra electrónica se pueden usar en áreas desérticas, pero «los drones sobre una ciudad deben ser derribados brutalmente mientras que la ojiva no haya alcanzado un edificio». Está seguro de que el rascacielos de la ciudad de Moscú fue blanco de los drones. Fue «pura suerte» que nadie resultara herido en el violento impacto.

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