Crisis migratoria en Nueva York

INTERNACIONAL

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Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul / Foto: Metropolitan Transportation Authority

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La gobernadora estatal, Kathy Hochul del partido demócrata, amplió la emergencia que permitirá atender a los migrantes que llegan a Nueva York; en los últimos 15 meses llegaron alrededor de 100.000 solicitantes de asilo.

El estado de Nueva York amplió el viernes el estado de emergencia por la crisis migratoria, lo que le permitirá utilizar más fondos públicos para dar albergue y asistencia humanitaria a los recién llegados, mientras comienzan a aflorar las primeras reacciones de algunas comunidades locales en contra.

La gobernadora estatal, Kathy Hochul, amplió la emergencia tras pedir ayer al presidente de EE. UU., Joe Biden, que el Gobierno federal se implique en la crisis, sobre todo facilitando permisos de trabajo a los solicitantes de asilo, la Casa Blanca respondió justificándose por una falta de «acción» del Congreso.

En los últimos quince meses han llegado a Nueva York más de 100.000 inmigrantes que las autoridades denominan solicitantes de asilo, sobre todo a la Gran Manzana, que tiene la obligación por ley de recibirlos, lo que ha saturado el sistema público de albergues y llevado a acomodarlos en decenas de espacios temporales.

En total, se han abierto más de 200 alojamientos improvisados, que incluyen 15 centros de ayuda humanitaria.

Pero algunos espacios convertidos en refugios, que van desde hoteles hasta gimnasios escolares, han generado resistencias en sus comunidades, la más reciente, en el distrito de Staten Island, que ha denunciado a la administración local de Nueva York para evitar que una antigua escuela en desuso se convierta en refugio temporal.

Según medios locales, este viernes por la mañana hubo tres detenidos en una protesta vecinal contra el uso de la antigua escuela St. John Villa Academy como albergue para un grupo de inmigrantes que ya habían empezado a ser trasladados allí por la administración, y que son familias y mujeres solteras.

El presidente del distrito de Staten Island, Vito Fossella, republicano, anunció una demanda contra la ciudad y un juez falló a su favor, prohibiendo que la administración pueda usar ese espacio como refugio las próximas dos semanas pese a que es de su propiedad desde 2018, según el canal ABC7.

Uno de los mayores problemas en la crisis migratoria es la lentitud con la que los recién llegados están procesando sus solicitudes de asilo ─que toman varios meses─, lo que retrasa su búsqueda de empleo legal, por lo que tanto el estado como la ciudad han anunciado inversiones para asistir a estas personas en la burocracia correspondiente.

La gobernadora anunció un programa para conectar solicitantes de asilo que ya tienen permiso de trabajo federal y oportunidades de empleo, y un portal web para que las empresas indiquen al estado si están abiertas a contratar a los recién llegados.

El estado de Nueva York extendió el estado de emergencia por la crisis migratoria y permitirá utilizar más fondos públicos para dar albergue y asistencia humanitaria a los recién llegados. Pero por otro lado, continúan las protestas vecinales.

Kathy Hochul, gobernadora estatal, amplió la emergencia tras pedirle este jueves al presidente Joe Biden, que el Gobierno federal se implique en la crisis, sobre todo facilitando permisos de trabajo a los solicitantes de asilo.

En los últimos quince meses llegaron a Nueva York más de 100.000 inmigrantes que las autoridades denominan «solicitantes de asilo», principalmente a la «Gran Manzana», que tiene por ley la obligación de acogerlos.

justamente, a causa de ello, el sistema público de albergues se vio saturado y llevó a acomodar a decenas de personas en espacios temporales. En total, se abrieron más de 200 alojamientos improvisados, que incluyen 15 centros de ayuda humanitaria.

Hoteles y gimnasios escolares generaron resistencias en sus comunidades, quienes denunciaron a la administración local de Nueva York para evitar que una antigua escuela en desuso se convierta en refugio temporal.

Según medios locales, hubo tres detenidos en una protesta vecinal contra el uso de la antigua escuela St. John Villa Academy como albergue para un grupo de inmigrantes que habían empezado a ser trasladados a dicho espacio por la administración.

Uno de los mayores problemas en la crisis migratoria es la lentitud con la que los recién llegados están procesando sus solicitudes de asilo (acción que toma varios meses), situación que retrasa la búsqueda de empleo legal.

Por otro lado, la gobernadora comunicó un programa para conectar solicitantes de asilo que ya tienen permiso de trabajo federal y oportunidades de empleo, además de un portal web para que las empresas indiquen al estado si están abiertas a contratar migrantes.

Entre los lugares que evalúa para albergar a los inmigrantes, se encuentra la prisión federal de Manhattan cerrada por malas condiciones que incluían plagas de ratas e insectos y fugas de agua en 2021.

«Todas las opciones están sobre la mesa», contempló Fabien Levy, vicealcalde de Comunicaciones, durante un encuentro con la prensa para hablar sobre los inmigrantes frente al hotel Roosevelt, uno de muchos convertido en albergue y donde la ciudad estableció su principal centro de procesamiento para los recién llegados.

Entre los presos notorios que albergó dicha prisión figuran el narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, el gánster estadounidense John Gotti y el financiero acusado de abuso de menores norteamericano Jeffrey Epstein.

Este flujo desde el pasado año obligó a la ciudad a establecer 202 centros de emergencia como albergues, el más reciente un centro con cuatro carpas con capacidad para mil hombres que abrió el lunes en el estacionamiento de un hospital psiquiátrico en el condado de Queens.

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