INTERNACIONAL

Lectura: 5 minutos
Argelia advirtió a Berna que juicio contra su exministro de Defensa, Khaled Nezzar, acusado de crímenes contra la humanidad, tendrá consecuencias. Nezzar lideró campaña contra islamistas que dejó miles de muertos.
El jefe de la diplomacia argelina, Ahmed Attaf, mantuvo hoy una conversación telefónica con su colega suizo, Ignazio Cassis, a quien advirtió del impacto de este caso «que ha alcanzado límites inaceptables» sobre el futuro de las relaciones argelino-suizas.
«Este asunto ha llegado al límite de lo inaceptable y de lo intolerable y el Gobierno argelino está decidido asumir todas las consecuencias, incluidas aquellas que están lejos de ser deseables para el futuro de las relaciones entre Argelia y Suiza», indicó una nota ministerial.
La Fiscalía General de Suiza anunció el inicio de un proceso ante el Tribunal Penal Federal contra el exministro de Defensa argelino, de 85 años, acusado de crímenes contra la humanidad y de violar las Convenciones de Ginebra entre 1992 y 1994, durante la guerra civil en el país magrebí.
Nezzar asumió la cartera de Defensa en 1990, así como la jefatura de los servicios secretos, y desde esos cargos lideró una campaña contra grupos islamistas integristas, conocida como «decenio negro», que dejó miles de muertos y más de 300.000 desaparecidos.
Attaf subrayó tres elementos cuestionables a su entender sobre el juicio a Nezzar: el primero que «la independencia de la Justicia no justifica la irresponsabilidad y que cualquier sistema judicial, cualquiera que sea, se arrogue el derecho absoluto de juzgar las políticas de un Estado soberano e independiente Estado».
Además cree que «que la Justicia suiza ha ofrecido muy ligeramente una plataforma a los terroristas, a sus aliados y a sus partidarios para intentar desacreditar la honorable lucha del país contra el terrorismo, avergonzar a quienes lo enfrentaron y mancillar la memoria de quienes cayeron resistiéndolo».
Finalmente, considera que «la Justicia suiza procede con una lectura revisionista de la historia del país durante los años 90. Procede con acusaciones escandalosas e infundadas, con comparaciones arriesgadas e inapropiadas y con falsificaciones tan flagrantes que llegan a desacreditarse a sí mismas», indicó Attaf.
El titular de Exteriores considera que la comunidad internacional en su conjunto reconoce «la lucha heroica y solitaria» liderada por Argelia contra el terrorismo durante los años 1990, y que fue respaldada a nivel regional e internacional. «Parece que todo el planeta reconoce que Argelia estaba luchando contra el terrorismo, a excepción de la justicia suiza», afirmó Attaf.
Un grupo de 16 editores y directores de medios de 14 países reunidos por Reporteros sin Fronteras (RSF) reclaman la liberación del periodista argelino Ihsane El Kadi, encarcelado desde diciembre, y que se deje de obstaculizar la actividad de Radio M y del periódico Maghreb Émergent, dirigidos por él.
En un mensaje divulgado por las redes los firmantes, entre los que figura el Premio Nobel de la Paz de 2021 Dmitri Muratov, piden «libertad para Ihsane El Kadi, libertad para Radio M y Maghreb Émergent, libertad para los periodistas argelinos».
A su juicio, El Kadi está encarcelado por «motivos claramente absurdos» y su situación constituye un «ataque intolerable a la libertad de prensa en Argelia».
Por eso exigen a las autoridades argelinas no sólo su liberación, sino que se retiren los cargos contra él y que devuelvan el material confiscado a Radio M y a Maghreb Émergent para que sus reporteros y los presentadores de informativos puedan volver a su trabajo.
La iniciativa llega en vísperas de la audiencia que se celebrará el 18 de enero en Argel para examinar el recurso del periodista contra su detención.
El secretario general de RSF, Christophe Deloire, señala por su parte, que «la represión contra los periodistas argelinos, de la que El Kadi es la última víctima, demuestra la voluntad de las autoridades de silenciar a los medios de comunicación independientes del país».
La organización hace hincapié en que el periodista es objeto de acoso judicial «desde hace tiempo».
Ahora se le acusa de haber recibido financiación del extranjero. Fue arrestado el 24 de diciembre y un día después los dos medios que dirige fueron clausurados.
Entre los editores y directores firmantes del mensaje en su favor están, además de Muratov, director de Novaia Gazeta, Malek Khadhraoui (Túnez), director de Inkyfada; Jérôme Fenoglio (Francia), director de Le Monde; Jaroslaw Kurski (Polonia), director adjunto de Gazeta Wyborcza; Roula Khalaf, directora del Financial Times (Reino Unido).
Igualmente figuran en la lista Kjersti Loken Stavrum, directora general de Tinius Trust, accionista mayoritario del grupo Schibsted Media (Noruega), así como directores de medios de comunicación de otros siete países.
Otro artículo de interés: Marruecos busca paz con Argelia
