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Corea comunista lanzó a primeras horas del sábado varios misiles de crucero al mar Amarillo, según informó el Ejército de Corea del Sur, dos días después de que Seúl y Washington concluyeran unas amplias maniobras conjuntas.
El lanzamiento tuvo lugar alrededor de las 4:00 de este sábado hora local (21:00 CET del viernes), según informó el Mando Militar Conjunto (JCS) de Corea del Sur, que no dio por el momento más detalles del último test armamentístico de Pyongyang.
«Mantendremos nuestra monitorización y vigilancia al tiempo que continuaremos con nuestra postura de plena preparación en colaboración con Estados Unidos», señaló el JCS en un comunicado.
Corea del Sur y Estados Unidos concluyeron el pasado jueves sus ejercicios conjuntos Ulchi Freedom Shield (UFS), que el Norte considera un ensayo de invasión de su territorio y que, según amenazó el régimen de Kim Jong-un, podrían acabar deparando una «guerra termonuclear».
En respuesta a los mismos, Corea del Norte anunció el mismo jueves la celebración de un ejercicio de puesto de mando militar que contó con la supervisión del Kim y que incluyeron la simulación de la toma de territorio surcoreano.
Un día antes, Pyongyang lanzó dos misiles balísticos de corto alcance (SRBM) al mar de Japón, horas después de que Washington movilizara un bombardero estratégico B-1 para que tomara parte en UFS.
Tras el fracaso del diálogo sobre desnuclearización entre Washington y Pionyang en 2019, la península se ha convertido de nuevo en el escenario de una persistente escalada militar, con el régimen de Kim Jong-un probando misiles repetidamente y los aliados realizando grandes ejercicios bélicos y desplegando periódicamente activos estratégicos del Pentágono.
Corea fracasó en su más reciente intento de poner un satélite de espionaje en órbita, segun medios estatales, meses después que un primer cohete se estrellara en el océano tras el despegue.
El líder del país comunista, Kim Jong-un, desarrolló como prioritario el desarrollo de satélites de inteligencia como contrapeso a la creciente actividad de Estados Unidos en la región.
La Administración Nacional de Desarrollo Espacial «realizó el segundo lanzamiento del satélite de reconocimiento Malligyong-1 a bordo del nuevo cohete lanzadera Chollima-1 desde el Campo de Despegue Satelital de Sohae (…) en la madrugada del 24 de agosto», dijeron los medios estatales.
«El vuelo en la primera y segunda fase del cohete era normal, pero el lanzamiento falló por un error en el sistema de ignición de emergencia en la tercera fase del vuelo», señaló el informe de la agencia de noticias oficial KCNA.
Joseph Dempsey, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, dijo a la AFP que, aunque la formulación del fallo es confusa, Pyongyang probablemente se refiera «a la separación» del satélite de la lanzadera.
Según KCNA, «la causa del accidente no es un gran inconveniente» y apuntó a un tercer intento en octubre tras estudiar el problema y tomar medidas para remediarlo.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur había informado que había detectado el despegue a las 03H50 locales (18H50 GMT del miércoles) de «lo que los norcoreanos llaman un cohete espacial».
El proyecto para un disparado hacia el sur desde la provincia norcoreana de Pyongan del Norte y «travesó el espacio aéreo internacional» por encima del mar Amarillo, indicando la misma fuente.
«Nuestro ejército está en posición de completa preparación y coordina de cerca con Estados Unidos, a la vez que eleva su nivel de seguridad», dijo el mando militar.
El gobierno japonés fue el primero en anunciar el lanzamiento del proyectil que, según Tokio, sobrevoló su espacio aéreo cerca de la isla de Okinawa.
También denunció que Pyongyang había empleado tecnología de misiles balísticos, que tiene prohibida por la ONU.
«Este último lanzamiento de Corea del Norte es extremadamente problemático desde la perspectiva de garantizar la seguridad de los residentes afectados, así como de las aeronaves y los barcos», dijo el principal portavoz gubernamental, Hirokazu Matsuno.
Corea del Norte había informado el martes a la guarda costera nipona que entre el 24 y el 31 de agosto efectuaría el lanzamiento de un satélite.
Japón movilizó barcos militares y su sistema de defensa aérea por si el artefacto caía en su territorio. Además, junto a Seúl, reclamaron a Pyongyang no procedimiento al lanzamiento.
Se produce algunos días después de una cumbre de los mandatarios de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos en Camp David, cerca de Washington, y en paralelo a unos importantes ejercicios militares entre estos dos últimos países.
Conocidos como Escudo de la Libertad de Ulchi, estas maniobras anuales, que se perciben como una amenaza desde Pyongyang, empezaron el lunes y deben extenderse hasta el 31 de agosto.
Corea del Norte ya había intentado en mayo poner en órbita lo que describió como su primer satélite de reconocimiento militar, pero el cohete que lo transportaba cayó al mar minutos después del despegue.
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