Erdogan, Rusia y acuerdos sobre granos

INTERNACIONAL

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Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, junto a su esposa / Foto: Valsts kanceleja/State Chancellery

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El presidente turco Recep Tayyip Erdogan llegó al balneario ruso de Sochi para mantener conversaciones con su homólogo ruso Vladímir Putin, centradas en la reactivación del acuerdo de exportación de granos ucranianos.

«Creo que el mensaje que se dará en la conferencia de prensa después de nuestra reunión será muy importante para el mundo, especialmente para los países africanos subdesarrollados», advirtió Recep Tayyip Erdogan en las palabras de apertura de su reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en el balneario ruso de Sochi, a orillas del Mar Negro.

«Todo el mundo ha puesto su mirada en el acuerdo del grano», aseguró Erdogan al inicio de la reunión con Putin. El mandatario turco está acompañado de una amplia delegación que incluye a los ministros turcos de Defensa, Exteriores, Energía y Finanzas, según la agencia estatal de noticias Anadolu.

Erdogan es uno de los pocos líderes de la OTAN que mantiene buenas relaciones con Putin.

«Sé que tiene la intención de abordar el tema del acuerdo sobre los granos. Estamos abiertos a discusiones», dijo por su parte Putin, a su homólogo turco, aludiendo al acuerdo de cereales del que Moscú se retiró en julio y que Ankara intenta reactivar.

El líder ruso agregó que también hablará con Erdogan sobre «la crisis en Ucrania» y asuntos de agenda bilateral.

Se espera que después de la cumbre, que comenzó a las 13.00 hora local (10.00 GMT) ambos líderes ofrezcan una rueda de prensa.

La reunión en el balneario ruso es la primera cita entre Putin y Erdogan tras la suspensión por Moscú, en julio pasado, del pacto para la exportación a través del mar Negro del grano ucraniano, crucial para el abastecimiento alimentario mundial, con el argumento de que no se cumplía la «parte rusa» de ese acuerdo.

Desde entonces, Rusia ha amenazado con atacar los barcos que parten de los puertos ucranianos en el mar Negro e intensificó los ataques contra las infraestructuras portuarias de su enemigo.

Turquía sostiene que no hay alternativa a la Iniciativa del mar Negro, como se denomina el acuerdo que durante un año operó permitió las exportaciones de alimentos por esa vía marítima, afectada por las acciones bélicas.

Rusia, que critica el hecho de que sus propios granos y fertilizantes están bloqueados por las sanciones occidentales, quiere proponer ahora a Turquía el suministro de un millón de toneladas de grano ruso a un precio reducido para que el cereal pueda ser procesado en empresas turcas y enviado posteriormente a los países más necesitados.

Moscú insiste en que retomará el acuerdo solo si se cumplen sus exigencias, que están contempladas en el memorándum que suscribió con la ONU y que considera parte integrante de la Iniciativa del mar Negro.

Según la agencia turca Anadolu, la ONU, con mediación de Turquía, ha propuesto la conexión de la filial del banco ruso Rosseljozbank al sistema interbancario SWIFT y el desbloqueo de los activos congelados de las empresas rusas que producen fertilizantes en Europa.

Moscú no oculta su desconfianza respecto a estas propuestas: la portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, comentó recientemente que no se trata de propuestas nuevas.

Además de la reconexión del banco agrícola Rosseljozbank al SWIFT, el Kremlin demanda la reanudación de los suministros de maquinaria agrícola, así como de repuestos y servicios para ella, y la eliminación de restricciones en materias de seguro y libre acceso a los puertos.

Pide también la puesta en funcionamiento del amonioducto Togliatti-Odesa, paralizado desde el comienzo de la campaña militar rusa en Ucrania.

Rusia atacó con una lluvia de drones infraestructuras agrícolas del óblast de Odesa, causando daños a orillas del río Danubio, fronterizo con Rumania, informó el gobernador local. Ucrania dijo haber derribado 17 drones.

Las fuerzas armadas ucranianas describieron un «importante ataque nocturno» efectuado con drones contra «infraestructuras civiles en la zona del Danubio».

Según el jefe de la Administración Militar de la región de Odesa, Oleg Kiper, las defensas antiaéreas ucranianas lograron derribar 17 drones lanzados por Rusia anoche. Otros aparatos no tripulados, dijo Kiper, sí alcanzaron sus objetivos.

«En varias localidades del distrito de Ismail, (en el oeste de la región de Odesa y fronterizo con Rumanía) almacenes, infraestructuras de producción, maquinaria agrícola y equipamiento industrial resultaron dañados», escribió Kiper en su cuenta de Telegram.

El responsable indicó que el ataque duró tres horas y media y no hubo bajas civiles. «Se declararon varios incendios en el territorio debido a la caída de escombros» por el derribo de los drones, agregó Kiper. Pero esos incendios ya han sido extinguidos.

En el distrito de Ismail se encuentran los puertos ucranianos del río Danubio, que han sufrido varios ataques rusos en las últimas semanas. Ucrania ha utilizado estos puertos para exportar parte del grano que antes sacaba por el mar Negro, ante el bloqueo militar ruso de las aguas marítimas ucranianas.

Desde que a mediados de julio diera por terminado el acuerdo del grano, por el que se comprometió en julio de 2022 ante Turquía y la ONU a permitir la salida de cereal ucraniano por tres puertos marítimos de Odesa, Rusia ha atacado con regularidad los puertos e infraestructuras agrícolas de la región.

Además de valiosas infraestructuras portuarias, estos ataques han destruido decenas de miles de toneladas de grano que iba a ser exportado.

Rusia pide el fin de algunas de las sanciones que pesan sobre su sector agrícola para regresar al acuerdo.

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