Biden ausente en reunión del sudeste asiático

INTERNACIONAL

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Presidente estadounidense, Joe Biden / Foto: The White House

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La vicepresidente de EE. UU., Kamala Harris, partió este lunes hacia Yakarta para participar en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que estará envuelta en polémica por la ausencia del presidente estadounidense, Joe Biden.

Según han informado varios medios, la ASEAN quería asegurar la participación de Biden y había diseñado su calendario para facilitar su participación, aprovechando que el mandatario iba a viajar a la India para la cumbre del G20, que se celebra entre el 19 y 20 de septiembre.

Sin embargo, Biden ha decidido no acudir a la ASEAN, que se celebra entre el 5 y 8 de septiembre, y tampoco a la cumbre de Asia Oriental, prevista para el 6 y 7 de septiembre, ambas en Yakarta.

En su lugar, ha enviado a Harris, quien tendrá la misión de transmitir a los asistentes al foro el «compromiso duradero» de Estados Unidos con el Sudeste Asiático, detalló en una reciente llamada con la prensa el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

En concreto, Harris hablará con los líderes de la ASEAN sobre la crisis climática, la seguridad marítima, la infraestructura en Asia y los esfuerzos de EE. UU. para defender el respeto a las normas internacionales en la región, detalló Sullivan.

No obstante, la ausencia de Biden ha generado muchas preguntas entre los periodistas de la Casa Blanca, en particular debido al compromiso declarado de la Administración con el Asia-Pacífico y al hecho de que la decisión del mandatario de no acudir a esa cita se produce después de que cancelara en mayo un viaje a Papúa Nueva Guinea.

Cuestionados al respecto, diferentes portavoces de la Casa Blanca han afirmado que la decisión de saltarse Indonesia no es un signo de falta de respeto al anfitrión de la cumbre, el presidente Joko Widodo.

«El presidente Biden estuvo en Indonesia hace menos de un año para la anterior cumbre del G20 y tuvo una agenda bilateral sustancial con Joko Widodo», afirmó Sullivan en esa reciente conferencia de prensa.

A pesar de omitir Indonesia, Biden sí tiene previsto acudir después del G20 a Vietnam, donde se espera que firme un pacto que convertirá a Washington y Hanói en «socios estratégicos», lo que permitirá al país asiático mejorar su producción de semiconductores, un área de disputa entre Estados Unidos y China.

La Casa Blanca también ha tenido que defender por qué Biden va a Vietnam y no a Indonesia.

Preguntado al respecto, John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, defendió el viernes la necesidad de que el presidente visite Vietnam para mejorar la relación con ese país, que durante diez años se ha resistido a cambiar la relación con EE. UU., pero ahora parece decidido a mejorarla convirtiéndose en «socio estratégico».

«Esas cosas no pasan por accidente. Esto requiere compromisos y política, y es en lo que se centrará el presidente», defendió Kirby.

La ASEAN es un bloque regional económico y político compuesto por 10 naciones, fundado en 1967, y que incluye a Birmania (Myanmar), Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam, y ha establecido una hoja de ruta para la inclusión de Timor Oriental.

Sin embargo, la ASEAN ha prohibido la participación en las reuniones de alto nivel a la junta militar birmana que dio un golpe de Estado en febrero de 2021, lo que ha sumido al país en una profunda crisis con nuevos conflictos armados entre el Ejército y el bando opositor y el recrudecimiento de los enfrentamientos con las guerrillas étnicas.

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebra entre el martes y el jueves la cumbre anual de líderes en Yakarta en uno de los momentos más bajos de su historia, ante la ausencia de avances en una Birmania sumida en el conflicto y las tensiones territoriales con China.

Fundada en 1967 e integrada por Indonesia, Singapur, Malasia, Tailandia, Filipinas, Vietnam, Laos, Camboya, Brunéi y Birmania, los líderes de la ASEAN, con la salvedad del jefe de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing ─quien no está invitado─ y el recién nombrado primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, se reúnen a partir del martes y hasta el jueves en Yakarta.

Además, se espera que se desplacen a la capital indonesia otros dirigentes de fuera de la región para reuniones con el grupo, entre ellos el primer ministro japonés, Fumio Kishida; el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; y su par australiano, Anthony Albanese.

También se prevé que lo hagan la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, el primer ministro chino, Li Qiang, así como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Si bien el presidente indonesio, Joko Widodo, hizo gala de su capacidad mediadora el año pasado durante su rol como anfitrión del G20, el grupo de las mayores economías ricas y en desarrollo, que se saldó con un inesperado consenso en su cumbre de Bali, el principio de no injerencia de la ASEAN pone difícil acuerdos sustanciales.

Bajo el título «ASEAN: Epicentro de Crecimiento», Indonesia ha tratado de desviar la atención de los conflictos hacia la prosperidad económica de la región ─una de las de mayor crecimiento del mundo─ durante la cumbre, en la que se celebrarán también una decena de reuniones bilaterales.

Pero no será fácil lograrlo. La silla vacía de Birmania es cada vez una mayor evidencia del fallo del grupo en promover una solución al conflicto que atraviesa el país tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, con más de 4.000 muertos en manos de las fuerzas de seguridad birmanas desde entonces, según la Asociación para la Asistencia de los Prisioneros Políticos (AAPP) birmana.

«La ASEAN sólo podrá avanzar con toda su fuerza si somos capaces de asegurar una solución pacífica y duradera en Birmania», enfatizó hoy la ministra de Exteriores indonesia, Retno Marsudi, en la reunión de cancilleres previa a la cumbre.

En ese sentido, adelantó que se debatirá el consenso de cinco puntos, acordado en abril de 2021 durante una cumbre en Yakarta con la junta militar birmana, el cual incluye el fin de la violencia y el diálogo entre todas las partes implicadas en el conflicto.

El empeño en un plan que ha fallado desde su origen por la falta de compromiso de la junta, motivo por el que sus líderes no están invitados a las reuniones de alto perfil de la ASEAN, fue criticado la pasada semana en un encuentro sobre la crisis en Birmania organizado por una decena de oenegés en Yakarta.

«Hemos visto el fallo rotundo del consenso de 5 puntos. ¿Por qué aferrarse a él cuando no funciona?», arguyó Salai Za Uk Ling, subdirector de la Organización China de Derechos Humanos de Birmania.

Los miembros de la ASEAN continúan divididos sobre el enfoque hacia Birmania; mientras Indonesia, Singapur, Vietnam, Filipinas y Malasia condenaron el golpe a través de una resolución de la ONU en 2021, Camboya, Brunéi, Laos, que recoge el testigo como anfitrión del grupo el próximo año, y Tailandia se abstuvieron.

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