INTERNACIONAL

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La junta militar de Gabón nombró este jueves a Raymond Ndong Sima como nuevo primer ministro de transición del país, tras el golpe de Estado del 30 de agosto, anunció la televisión pública.
Ndong Sima, un economista de 68 años, fue primer ministro de Ali Bongo de 2012 a 2014, pero luego se alejó del poder, al que acusaba regularmente de mala gestión, y se presentó contra el jefe del Estado en las elecciones presidenciales de 2016 y 2023.
Su nombramiento se hizo en virtud de un decreto firmado por el nuevo hombre fuerte del país, el general Brice Oligui Nguema, quien juró como presidente interino este lunes.
Oligui, que lideró el golpe de Estado contra Bongo, recién proclamado como reelecto en una elección fraudulenta según los militares, no precisó cuánto tiempo durará este período de transición.
Sin embargo, prometió que al término de este habrá «elecciones libres».
Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Unión Europea (UE), reunidos recientemente en España, se mostraron preocupados por la oleada de golpes de Estado en países de África occidental, sobre todo en Níger, pero más recientemente en Gabón, que ponen de manifiesto la menguante influencia del bloque y sus fracasos políticos en la región del Sahel y más allá.
«Está claro que el golpe de Níger abre una nueva era de inestabilidad en una región que ya era muy frágil», declaró a la prensa en Toledo Josep Borrell, alto diplomático de la UE, en la primera jornada de la reunión que duró dos días.
Aunque los golpes militares nunca son una solución, el caso de Gabón difiere del de Níger, estrecho aliado de la UE y base clave de sus esfuerzos por frenar la expansión regional de los grupos islamistas militantes, lo que plantea un problema fundamental para el bloque.
Las reuniones de Toledo ofrecieron la «ocasión para revisar nuestra política africana», dijo Borrell. En las conversaciones, los 27 países acordaron establecer el marco legal necesario para sancionar a los implicados en el golpe de Estado en Níger, según el vicepresidente de la Comisión Europea, de forma similar a las ya impuestas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
La CEDEAO también ha planteado la posibilidad de intervenir militarmente en Níger si los golpistas no restablecen el orden constitucional. Una acción que para Borrell requiere de mayor análisis, por lo que, según su apreciación, la UE tendría que esperar a ver qué propone la comunidad africana de 16 miembros. «Soluciones africanas a problemas africanos», subrayó.
Tras la aparente pérdida de su último gran socio en el Sahel ─desde 2020 también se han producido golpes de Estado en Burkina Faso, Guinea y Mali─, la UE debe reflexionar sobre sus próximos pasos a medida que pierde influencia en la región.
El bloque se enfrenta a un aumento significativo del sentimiento antifrancés en los antiguos países colonizados. Al mismo tiempo, los mercenarios rusos del Grupo Wagner están ampliando su presencia sobre el terreno en Mali, Burkina Faso y la República Centroafricana, entre otros países.
Entonces, ¿qué puede hacer la UE? Nadie en Toledo ofreció respuestas inmediatas. La Ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, habló de la importancia de que las democracias apoyen a otras democracias cuando se ven amenazadas. Mientras su homólogo irlandés, Michael Martin, dijo que había «mucho espacio para la reflexión» sobre lo que estaba ocurriendo en el Sahel.
Una cuestión que debe responderse a más corto plazo es si Francia debe mantenerse en Níger. Por ahora, se mantiene su presencia militar, a pesar de que la junta gobernante ha pedido que las tropas francesas estacionadas allí con el permiso del Gobierno depuesto se marchen.
Martin Ronceray, del Centro Europeo de Gestión de Políticas de Desarrollo, declaró a DW, en Bruselas, que quedarse en Níger podría ser imprudente.
«Creo que hay muchas voces que dicen que Francia debería marcharse por completo, reducir sus pérdidas y retirarse de todos los intereses que tiene en África», afirmó. En el caso de Níger, podrían tener razón, según Ronceray.
En el ámbito regional, el analista también advirtió del peligro de considerar este sentimiento antifrancés como simple retórica de las juntas militares y no verlo como un sentimiento real de la población: «Ampliar sus horizontes y no depender de Francia, creo que es bastante justo».
La inestabilidad política en las excolonias francesas de África Occidental se ha visto marcada por una serie de golpes militares. Desde 2020, sentimientos antifranceses han contribuido a golpes de Estado en Burkina Faso, Guinea, Malí y más recientemente, Níger.
Ibrahima Kane, abogado senegalés de derechos humanos en la Open Society Foundation, dijo en entrevista con DW que los deseos de liberarse de la influencia francesa son reales. «La percepción que los franceses tienen de nuestros ciudadanos nunca ha cambiado. Siempre nos han considerado ciudadanos de segunda clase. Y África Occidental, en particular el África francófona, quiere que esa situación cambie», afirmó.
Sin embargo, Emmanuel Bensah, analista de asuntos africanos especializado en la CEDEAO, señaló que los sentimientos anticoloniales no explican completamente los golpes recientes. Aunque hubo influencia colonial francesa y británica en la región, no todos los Estados responden con golpes militares. «Los países anglófonos, por ejemplo, no han tomado las armas, a pesar de estar ubicados en la misma subregión», afirmó.
A diferencia del África anglófona, donde la estabilidad política es más presente, la democracia no se ha arraigado en el África Occidental francófona. Existe la percepción de que Francia apoya a los gobernantes, incluso cuando estos no mejoran la vida de los ciudadanos. «Incluso en casos en los que el gobierno siempre está peleado con su población, los franceses se ponen de parte del gobierno. Y esa percepción es muy, muy alta. Siempre ven a los franceses como el opresor, o como el amigo del opresor», comenta el periodista Emmanuel Bensah.
La misma frustración se dirige contra los gobiernos democráticamente elegidos y apoyados por Francia, subraya Ibrahima Kane. Ovigwe Eguegu, analista nigeriano especializado en gobernanza, sostiene que los dirigentes elegidos en las antiguas colonias francesas de África han hecho muy poco por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Según Eguegu, si la población no ve los beneficios de un gobierno elegido democráticamente, también habrá muy poco apoyo para ellos en tiempos de crisis.
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