Presidente Lula protege a Putin

INTERNACIONAL

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Lula da Silva, presidente de Brasil / Foto: Palácio do Planalto

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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este sábado (09.09.2023) que su homólogo ruso, Vladímir Putin, no será arrestado en Brasil si decide acudir a la cumbre de líderes del G20 que el país suramericano acogerá el año que viene como presidente del grupo.

«Creo que Putin puede ir fácilmente a Brasil. (…) Lo que puedo decir es que, si yo soy presidente de Brasil y él viene a Brasil, no hay manera de que lo arresten», dijo Lula, durante una entrevista con el medio indio Firstpost.

Además, insistió en que el G20 no es un foro para discutir la guerra, y recordó que Rusia organizará el año que viene la cumbre de los BRICS, a la que dijo que él mismo asistirá, por lo que esperaría una visita recíproca del mandatario ruso.

Brasil recogerá el próximo 1 de diciembre el testigo de la Presidencia del G20 de manos de la India, país que acogió este año más de cien encuentros entre los delegados de los países miembro, entre ellos la cumbre de líderes en Nueva Delhi que tiene lugar este fin de semana.

La Corte Penal Internacional (CPI) emitió el pasado marzo una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por presuntos crímenes de guerra en Ucrania, tras lo que Putin se ha ausentado de varias reuniones de alto nivel, como la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) organizada recientemente en el país africano, o el encuentro de líderes del G20 en Nueva Delhi.

En ambos casos envió al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, para representar los intereses del Kremlin.

Hasta 123 países, entre ellos Brasil, han firmado el Estatuto de Roma, el tratado fundacional del CPI, y otra treintena lo han suscrito, pero no lo han ratificado.

Esta fue la primera vez en la historia que la CPI dictó una orden de arresto contra el presidente de un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU.

Las declaraciones de Lula se producen en el marco de la cumbre de líderes del G20 que concluye este domingo en la India de forma satisfactoria, después de que los países alcanzasen un acuerdo conjunto.

De no haber logrado el consenso, la cumbre de Nueva Delhi habría sido la primera sin un acuerdo conjunto desde la primera reunión de líderes organizada por Estados Unidos en 2008.

En Rusia no hay vicepresidente y, sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, parece que asumirá funciones similares, al menos en política exterior: en la cumbre del G20 que se celebra este fin de semana en la India (9 y 10 de septiembre), Rusia no estará representada por el presidente Vladímir Putin, sino por su jefe de la diplomacia. Unas semanas antes, Lavrov ya representó al líder del Kremlin en la cumbre de los BRICS en Sudáfrica.

La Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya emitió en primavera una orden de detención contra Putin. Motivo: sospecha de deportaciones ilegales de niños en la guerra rusa contra Ucrania. El Kremlin rechaza estas acusaciones y no reconoce la jurisdicción de la CPI. Sudáfrica, en cambio, sí lo hace y, por tanto, está obligada a extraditar a las personas buscadas.

India, en cambio, no ha reconocido la jurisdicción del tribunal de La Haya. Pero «India no se considera segura (en Rusia)», afirma DW Felix Riefer, autor de un libro sobre política exterior rusa. Moscú mantiene buenos lazos con India desde la época soviética, pero al mismo tiempo el gobierno de Nueva Delhi «coopera con Occidente, incluido Estados Unidos, y también en el suministro de armas», explica Riefer.

Sudáfrica e India no son los únicos países a los que el Presidente Putin se ha mostrado reacio a viajar recientemente. Tampoco se ha atrevido a ir a Turquía y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, lo visitó en Sochi.

Felix Riefer señala que China es probablemente el único país donde Putin tiene prevista una visita: en octubre. Su último encuentro cara a cara con el presidente estadounidense Joe Biden fue en Ginebra, en junio de 2021. Por aquel entonces, en otoño de 2021, tanto Putin como el líder chino Xi Jinping solo estuvieron presentes en la cumbre del G20 a través de videoconferencia. Ahora ambos están ausentes también en la India.

¿Significa el autoaislamiento forzado o voluntario de Putin en la escena internacional un papel más importante para el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov?

Lavrov, de 73 años, es uno de los colaboradores más estrechos de Putin. En 2024 celebrará su vigésimo aniversario como ministro de Asuntos Exteriores. Todo un récord para un ministro de Putin. El ex embajador de Estados Unidos en Rusia John Sullivan declaró a la revista Foreign Policy, en enero de 2023, que Putin apreciaba a Lavrov porque era «eficaz» y «muy experimentado e inteligente». Antes de la invasión rusa de Ucrania, Lavrov también era apreciado en Occidente, afirma Felix Riefer. Pero el ministro de Exteriores ruso «puso en juego su reputación» porque defendió «la política de realineamiento del régimen ruso».

Riefer no cree que Lavrov vaya a desempeñar ahora el papel de adjunto de Putin en política exterior: «Lavrov no tiene absolutamente nada que decir en la política exterior rusa, tiene que esperar las directrices de Putin». No será «una política exterior rusa independiente». Lavrov no estaba al corriente de los planes para la guerra de agresión, afirma Riefer. Según una investigación del Financial Times, el ministro de Asuntos Exteriores sólo fue informado unas horas antes de la invasión, el 24 de febrero de 2022.

Rüdiger von Fritsch, exembajador alemán en Moscú, tiene una valoración similar del ministro de Exteriores. «Lavrov era y sigue siendo el asistente ejecutivo de Putin», dijo el diplomático a DW. «Talentoso, inteligente, pero sin la estatura de (el antiguo ministro de Exteriores soviético) Gromyko».

El experto Riefer cree que la abstinencia de Putin en sus viajes al extranjero tendrá sin duda consecuencias para la política exterior rusa: «Esto aísla cada vez más a Rusia y depende de cuánto espacio se le dé a Lavrov en las negociaciones». En general, dijo, es una «señal de debilidad» por parte de los dirigentes rusos, pero también de la influencia de instituciones internacionales como la CPI de La Haya.

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