INTERNACIONAL

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El líder norcoreano Kim Jong-un llegó este martes a Rusia, en un tren blindado, para una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, entre especulaciones de un acuerdo armamentístico entre ambos países.
Kim salió el domingo de Pyongyang en su tren privado de color verde y dorado, acompañado por una importante comitiva de oficiales militares, según las imágenes difundidas por la prensa oficial del primer viaje al extranjero desde 2019 de su líder.
La agencia estatal rusa Ria Novosti confirmó que el convoy cruzó hoy, martes, la frontera por el krai de Primorie, una división administrativa en la región de Lejano Oriente, donde debe producirse el encuentro.
Después de una semana de especulaciones, Pyongyang y Moscú confirmaron ayer, lunes, la reunión, pero no detallaron ni la fecha exacta ni el lugar.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que la cumbre se celebraría esta semana en Lejano Oriente y que versaría sobre asuntos «sensibles» para los dos países vecinos.
Analistas externos estiman que el encuentro será probablemente en Vladivostok, donde Putin asiste a un foro económico, y culminará con un acuerdo de venta de armas, pese a las advertencias de Estados Unidos.
Estas fuentes señalan que Moscú quiere proyectiles de artillería y misiles antitanque norcoreanos para su operación militar en Ucrania, a cambio de tecnología avanzada para satélites y submarinos nucleares y ayuda alimentaria para Pyongyang.
«Nuestros países cooperan en asuntos sensibles que no deben ser objeto de difusión pública y anuncios», dijo Peskov a los medios rusos.
«Lo importante para nosotros es el interés de nuestros dos países y no las advertencias de Washington», agregó.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó a Pekín este martes en lo que sería su cuarta parada durante su visita oficial a China, tras pasar por las ciudades de Shenzhen (sureste) y Shanghái (este), y la provincia oriental de Shandong, informó hoy la cadena estatal CGTN.
El gobernante, que ha visitado China oficialmente en cinco ocasiones ─la última en 2018─, permanecerá en el país asiático hasta el próximo día 14 y, aunque no se ha difundido su hoja de ruta, se da por hecho que se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping.
Maduro llega a la capital del gigante asiático tras afirmar, ayer, lunes, en Shandong que busca cerrar negocios entre empresas públicas y privadas de su país y de esa región china.
En Shanghái, Maduro se reunió con la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo del grupo BRICS, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, donde destacó la importancia de la relación de Venezuela con los BRICS y subrayó que el bloque y la institución financiera tienen en Venezuela «un socio, un aliado, un amigo».
La visita del líder venezolano a China se enmarca en el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países, que se han estrechado en los últimos años.
China ha sido un socio estratégico integral para Venezuela, y esta visita busca fortalecer aún más la cooperación en diversos ámbitos, incluyendo el económico, tecnológico y diplomático.
La llegada de Maduro estuvo precedida por la de la vicepresidenta ejecutiva del país latinoamericano, Delcy Rodríguez, que se reunió el jueves con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, para revisar temas bilaterales y de impulso a los convenios económicos y comerciales entre ambas naciones.
Las relaciones entre Venezuela y China, que se estrecharon en la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), se han fortalecido en los últimos años durante el Gobierno de Maduro.
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