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Más de doscientos partidarios de la oposición de Eritrea fueron detenidos en Alemania tras enfrentarse a las fuerzas de seguridad en Stuttgart (Baden-Wurtemberg), indicó este domingo la Policía. Los enfrentamientos estallaron el sábado por la noche, cuando los partidarios de la oposición intentaron supuestamente reventar un acto organizado por simpatizantes del gobierno eritreo.
Los casi 300 miembros de las fuerzas de seguridad desplegados se vieron atrapados en una «violencia masiva» entre los dos grupos, declaró Carsten Hofle, subcomisario de policía en Stuttgart. Treinta y dos personas resultaron heridas en los enfrentamientos, entre ellas 26 agentes, cuatro militantes del gobierno y dos partidarios de la oposición, indicó la Policía.
Unos 90 partidarios del gobierno se enfrentaron a centenares de partidarios de la oposición que se negaron a acudir al lugar designado por las autoridades para celebrar la protesta, llevando a la detención de 228 personas, explicó Hofle. Los policías fueron atacados con bates, clavos, barras de metal, botellas y piedras.
La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, condenó enérgicamente los disturbios y deseó a los policías heridos una pronta y completa recuperación. «Los conflictos extranjeros no deben dirimirse en nuestro país», afirmó hoy, añadiendo que los autores de la violencia deben rendir cuentas.
Es la segunda vez en varios meses que se producen enfrentamientos en un evento eritreo en Alemania. En julio, 26 agentes resultaron heridos y más de 100 personas fueron detenidas en un festival de música eritrea en la ciudad de Giessen. Recientemente, disturbios similares estallaron en Israel, donde también habitan multitud de refugiados eritreos. Eritrea se independizó de Etiopía en 1993 y desde entonces está gobernado por Isaias Afwerki, héroe de la independencia que instauró un régimen de partido único en el que toda oposición es duramente reprimida.
El Gobierno israelí prevé tomar medidas contra los eritreos que participaron en duros enfrentamientos con la Policía en Tel Aviv, por lo que se ha planteado en el gobierno de Benjamin Netanyahu la posible deportación o encarcelamiento de los involucrados, informó la emisora pública Kan.
Unas 170 personas fueron heridas en los disturbios, entre ellas docenas de agentes. Entre los heridos, una quincena están ingresados en estado grave. Los incidentes se iniciaron con enfrentamientos entre solicitantes de asilo procedentes de Eritrea, simpatizantes y opositores del Gobierno de Asmara que derivaron en fuertes disturbios con la Policía israelí.
Días antes, miembros de la comunidad eritrea pidieron a los autoridades israelíes que no permitieran la celebración del acto para evitar choques violentos, informaron medios locales.
Los eritreos que actualmente están en Israel llegaron al país de forma clandestina, cruzando desde la península egipcia del Sinaí. Este flujo quedó truncado cuando Israel finalizó la construcción de un muro de 230 kilómetros de largo en su frontera con Egipto hace una década, con el objetivo declarado de prevenir la inmigración ilegal de africanos que entraban al país, hasta hoy considerados «infiltrados» por las autoridades.
Los disturbios de ayer se alargaron durante el día y tuvieron una dimensión que no se veía desde hace años en Tel Aviv, donde viven en gran medida los 25.000 eritreos que residen en Israel, en su mayoría solicitantes de asilo en un limbo legal, con un permiso de estancia temporal. Sin embargo, el Estado judío no les ha concedido estatus de refugiado y ya intentó deportar a parte de ellos en el pasado.
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