Jartum bajo fuego

INTERNACIONAL

50375802637_b4cf4e7eac_c
Foto: rawpixel.com*

Lectura: 5 minutos

Jartum está siendo escenario de duros enfrentamientos entre el Ejército y las tropas paramilitares sublevadas. La sede de la principal petrolera del país, así como otros edificios significativos, han quedado calcinados.

El recrudecimiento de los combates entre el Ejército regular de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) dejó este domingo el centro de la capital sudanesa, Jartum, en llamas con numerosos edificios emblemáticos calcinados y afectados por explosiones y ataques de artillería.

En los alrededores del cuartel general se están produciendo enfrentamientos, informaron testigos a AFP por teléfono desde Jartum. Otros informaron de enfrentamientos en la ciudad de El Obeid, 350 kilómetros más al sur.

Testigos del barrio de Beri, al este del Aeropuerto Internacional de Jartum, dijeron a EFE que los enfrentamientos se desarrollaron en los alrededores de la sede de la comandancia del Ejército, donde ambos bandos usaron «todo tipo de armas» y «se escucharon explosiones e intensos disparos».

«Estos enfrentamientos llevaron a que ardieran edificios en el centro de Jartum», confirmó un vecino, que pidió no ser identificado.

Una fuente militar del Ejército afirmó a EFE que «las FAR lanzaron fuego de cañones contra la torre donde se encuentra la sede y las oficinas de la Compañía del Nilo, la mayor compañía de petróleo en el país».

Este edificio, de fachadas de vidrio y con diseño de pirámide, que es de los lugares más emblemáticos de la capital y está ubicado en la zona de Al Moqren, al oeste del Nilo, «se quemó de forma casi completa, quedó cubierto de láminas negras» por las llamas, detalló esta fuente militar, quien añadió que la torre todavía emite columnas de humo.

Fotos difundidas en redes sociales mostraron cómo otros edificios colindantes también ardían en llamas, como la torre de la entidad tributaria, la del Ministerio de Justicia y de la Autoridad de Normas y Meteorología, al oeste del cuartel general del Ejército.

Los combates se han intensificado en la última semana en Jartum, el principal feudo del Ejército en Sudán, a pesar de que el líder militar, general Abdelfatah al Burhan, ha manifestado en varias ocasiones que sus tropas han logrado sofocar la rebelión iniciada por las FAR.

Esta misma semana se produjeron cuarenta muertos un bombardeo contra Darfur.

Desde el 15 de abril, la guerra se ha cobrado casi 7.500 vidas, según una estimación prudente de la oenegé Armed Conflict Location & Event Data Project (Acled), mientras que ha obligado a millones de personas a desplazarse dentro y fuera del país, según la ONU, que apunta que casi el 70 % de las personas que han tenido que abandonar sus hogares son de Jartum.

Al menos 435 niños han muerto y 2.025 han resultado heridos desde el inicio del conflicto en Sudán el pasado 15 de abril, informó este lunes (24.07.2023) el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), que indicó que las «graves violaciones de los derechos de los niños se producen cada hora» en el país africano.

«La escala del impacto que este conflicto ha tenido en los niños de Sudán en los últimos 100 días es casi incomprensible», afirmó en un comunicado el director ejecutivo adjunto de Unicef para acción humanitaria y operaciones de suministro, Ted Chaiban, que se encuentra en Sudán esta semana.

Chaiban añadió que «cada día, los niños son asesinados, heridos, secuestrados, y ven cómo las escuelas, los hospitales y las infraestructuras y suministros vitales son dañados, destruidos o saqueados».

La agencia de la ONU ha recibido informes fidedignos de al menos 435 niños muertos y 2.025 heridos en los últimos 100 días, un promedio de más de uno por hora, se apunta en la nota.

Dado que éstas son sólo las cifras comunicadas a fuentes de Unicef, es probable que la cifra real sea mucho mayor en un país donde casi 14 millones de niños necesitan ayuda humanitaria, recordó la fuente.

Antes de la crisis, que comenzó por una rebelión del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) contra el Ejército regular sudanés, había casi 3,8 millones de desplazados internos en Sudán, de los cuales 1,9 millones eran niños.

«Otros 1,7 millones de niños han sido expulsados de sus hogares y ahora se desplazan dentro de Sudán y cruzan sus fronteras, vulnerables al hambre, las enfermedades, la violencia y la separación de sus familias. Los informes sobre secuestros, reclutamiento de niños por grupos armados, violencia étnica selectiva y violencia de género contra mujeres y niñas también van en aumento, con 4,2 millones de mujeres y niñas en riesgo de sufrir violencia de género», afirmó Unicef.

Los combates han exacerbado aún más la frágil situación humanitaria en Sudán, que ya era uno de los países de la región más afectados por la desnutrición, y la violencia ha llevado al país a tener unos «niveles récord» de hambruna, advirtió ayer el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de refugiados se cifra ya en 737.801 personas que han escapado de la violencia de Sudán a otros países vecinos.

*Imagen ilustrativa.

Otro artículo de interés: Guerra civil en Sudán suma 35 muertos más

Deja un comentario