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Irán anunció este domingo que frustró un atentado terrorista del Estado Islámico (EI) que planeaba un ataque simultáneo con 30 bombas en Teherán, en una operación en la que fueron detenidas 28 personas. El Ministerio de Inteligencia iraní afirmó que el objetivo era llevar a cabo los atentados durante el primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini el 16 de septiembre de 2023 para «incitar a los disturbios».
Los 28 detenidos «formaban parte del EI» y algunos de ellos habían pasado tiempo en «Siria, Afganistán, Pakistán y el Kurdistán iraquí», informó la Inteligencia del país persa, según recoge la agencia Tasnim. Las detenciones se produjeron durante los últimos días en diversas operaciones desplegadas en las provincias de Teherán, Alborz y Azerbaiyán Occidental.
Las autoridades incautaron explosivos, detonadores, armas de fuego de fabricación estadounidense y fondos en moneda extranjera después de atacar «varias bases terroristas y casas de seguridad». En la acción, dos agentes resultaron heridos, detalló el ministerio, que agregó que el plan de los atacantes eran hacer explotar las bombas en zonas «densamente pobladas».
El Estado Islámico ha reivindicado varios atentados en suelo iraní, el último de los cuales fue el ataque contra un mausoleo de la sureña ciudad de Shiraz en el que murieron 15 personas en octubre de 2022. Teherán también acusó al EI del ataque contra el mismo mausoleo de Shiraz de mediados del pasado agosto, que costó la vida a dos personas.
La República Islámica de Irán ha culpado a Occidente de fomentar y financiar las protestas desatadas por la muerte de Amini en 2022 y al mismo tiempo acusa a Estados Unidos de la creación del Estado Islámico. El primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini se conmemoró en medio de una fuerte represión y un enorme despliegue de fuerzas de seguridad, y solo se produjeron tímidas protestas.
Según Naciones Unidas, al menos 209 personas han sido ejecutadas en Irán desde principios del año 2023. Esto supone una media de más de diez personas por semana. La cifra es «alarmantemente alta» y una de las más elevadas del mundo, ha declarado el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk. La ONU cree que el número real de personas ejecutadas es probablemente aún mayor. Muchos familiares de personas ejecutadas temen dar la cara.
«Muchos también están horrorizados», afirma Fariba Balouch, activista en favor de las mujeres, en una entrevista con DW. «Recientemente, al menos 26 personas fueron ejecutadas en Baluchistán en el plazo de nueve días», continúa. «Esta oleada de ejecuciones supone, sencillamente, un asesinato legitimado por el Estado».
Fariba Balouch nació y creció en la provincia oriental iraní de Sistán Baluchistán. Lleva tres años exiliada en Londres, intentando dar voz a los oprimidos de su país. «La mayoría de los ejecutados en Baluchistán están acusados de delitos relacionados con las drogas. La pena de muerte por estos delitos viola las normas internacionales de derechos humanos. Desde nuestro punto de vista, el Estado se está vengando de nosotros por las protestas de los últimos ocho meses».
Las protestas nacionales que se apoderaron del país tras la muerte violenta de la joven kurda de 22 años Jina Mahsa Amini, a mediados de septiembre de 2022, fueron brutalmente sofocadas. En Sistán y Baluchistán, sin embargo, las manifestaciones continúan. Allí, la gente sigue congregándose en las calles todos los viernes para protestar contra el sistema político. La mayoría de los habitantes de la provincia son suníes, en contraste con el resto del país, dominado por los chiíes. Los suníes sufren la discriminación sistemática del gobierno central. La provincia, fronteriza con Pakistán y Afganistán, es considerada una de las regiones más pobres de Irán.
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