INTERNACIONAL

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Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) iniciaron este jueves (28.09.2023) una reunión en Bruselas para intentar avanzar en la reforma de la política migratoria común, y dialogar con homólogos latinoamericanos de Seguridad.
«Creo que estamos muy cerca de un acuerdo», dijo el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuyo país ejerce la presidencia semestral del Consejo de la UE. El ministro dijo que espera «dar una buena noticia al fin del día».
La virtual parálisis en los esfuerzos por reformar el pacto sobre política migratoria es motivo de frustración en el bloque, que enfrenta un aumento en el número de llegada de migrantes irregulares.
Esa reforma fue lanzada hace ya tres años, en busca de un entendimiento para que los países del bloque compartan la responsabilidad por la recepción a los migrantes o en cubrir los costos. Entre las propuestas clave del paquete se destacan extender el período de detención de los migrantes irregulares de 12 a 20 semanas, y acelerar las evaluaciones de las solicitudes de asilo.
En julio de este año el bloque realizó un enorme esfuerzo para aprobar e implementar la reforma, pero el intento fracasó por falta de los votos necesarios, en particular la abstención de Alemania.
Este jueves, Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) dijo que «estamos muy animados con las señales» que llegan desde Alemania. De acuerdo con la prensa alemana, donde el gobierno de Olaf Scholz decidió que no bloquearía la reforma, como lo hizo en julio.
La ministra alemana de Interior, Nancy Faeser, dijo al llegar este jueves a la reunión que se sentía «optimista sobre las posibilidades de alcanzar un buen resultado». «Para nosotros es importante que, aún en caso de una crisis, un Estado [miembro de la UE] no actúe en forma irresponsable y baje los estándares», añadió.
Por su lado, su homólogo de Austria, Gerhard Karner, dijo sentirse «feliz y agradecido de que ha habido avances en los últimos días» para avanzar hacia un acuerdo.
Este año, la Agencia Europea de Protección de Fronteras (Frontex), espera un aumento en el número de inmigrantes y solicitantes de asilo en la UE. Frontex registró en 2022, 330.000 entradas irregulares, la cifra más alta desde 2016.
Algunos Estados de la UE y Gran Bretaña tratan de endurecer sus leyes o el procedimiento de asilo para impedir y disuadir a los migrantes.
En Alemania, ciudades y municipios se quejan de la sobrecarga de tareas, alojamiento e integración. Alrededor de una cuarta parte de todas las solicitudes de asilo en la UE se realizan en Alemania, aunque no es el país de primera entrada. El gobierno central y los regionales acordaron endurecer la normativa para las deportaciones y de custodia previa a la deportación para los migrantes obligados a abandonar el país. La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, ha rechazado hasta ahora extender los controles fronterizos para dificultar las entradas irregulares.
Otros países objetivo de las personas migrantes, como Francia, Austria, Países Bajos y Gran Bretaña están tratando de disuadirlos con varias medidas. El Reino Unido, por ejemplo, amenaza con tercerizar los procedimientos de asilo trasladándolos a Ruanda, o internar a los inmigrantes en barcos. En Dinamarca, los procedimientos son cada vez más restrictivos, y allí solo 180 personas solicitan asilo cada mes. En Austria se registraron entre 4.000 y 11.000 solicitudes por mes en 2022.
Los países a los que llegan primero los inmigrantes ─Italia, Grecia, Malta, Chipre, Croacia, y recientemente, también Polonia─ intentan hacer su acceso lo más difícil posible. A los migrantes solo les quedan entonces las peligrosas rutas marítimas, o la entrada en avión con visas reales o falsas. La «protección de las fronteras exteriores de la UE» la deciden los ministros del Interior de la UE. Italia, además, trata de complicar al máximo el desembarco de náufragos en barcos de rescate privados.
Según el New York Times y organizaciones humanitarias, las autoridades fronterizas de Grecia, Croacia y Polonia utilizan el método del pushback para devolver a migrantes de nuevo al país de donde llegaron, sin un procedimiento reglamentario.
En Hungría, los inmigrantes indocumentados pueden ser deportados sin mediar ningún procedimiento, según una «Ley de emergencia» de 2015. Los tribunales europeos declararon esa práctica como ilegal. El gobierno de Budapest ignora los veredictos. Solo 44 personas solicitaron asilo en Hungría en 2022.
Según el «Consejo Europeo para los Refugiados» (ECRE, por sus siglas en inglés), 150.000 personas fueron devueltas a Serbia sin mucho preámbulo.
La mayoría de las 60.000 personas que cruzaron el mar en los primeros siete meses de 2023 llegaron con remolcadores. El gobierno italiano quiere que Túnez impida que los inmigrantes suban a dichas embarcaciones. En 2023 se ha multiplicado por diez el número de personas que quieren llegar a Italia.
La ruta a través de Libia es cada vez menos atractiva por la restrictiva guardia costera. La UE ha firmado con Libia un acuerdo para prevenir la migración. Por cierto, solo unos pocos miles solicitan asilo cada mes en Italia.
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