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La conferencia general anual de la Agencia Internacional de Energía Atómica celebrada en la capital de Austria concluyó en las primeras horas del sábado. El único país que criticó la descarga al océano de agua tratada procedente de la central nuclear número 1 de Fukushima fue China, mientras que muchos países mostraron comprensión y expresaron apoyo a los esfuerzos de Japón.

La reunión es la primera Conferencia General anual de la OIEA que se celebra desde que comenzó la descarga de agua. El 25 de septiembre, el primer día de la conferencia, China criticó la liberación de agua, refiriéndose al agua tratada como «agua contaminada con armas nucleares». El Ministro de Política Científica y Tecnológica de Japón, Sanae Takaichi, respondió a los comentarios. Los funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón describieron la postura de China como «crítica por criticar».

Durante el debate general de tres días, sólo China criticó los esfuerzos de Japón y la descarga de agua tratada, ya que incluso Rusia, que está considerando restricciones a las importaciones de productos del mar japoneses en línea con la postura de China, no mencionó esto en las discusiones, destacando el aislamiento de China. Además, el único país que expresó preocupación por el vertido de agua tratada fue Siria.

Por otro lado, 13 países, entre ellos Alemania, Italia, Australia y Malasia, elogiaron el sistema de seguimiento de la OIEA y los esfuerzos de Japón en la divulgación de información.

El viernes se adoptó por unanimidad una resolución que condena el desarrollo nuclear de Corea del Norte, copatrocinada por países como Japón, Estados Unidos y Corea del Sur.

En la reunión también se reconoció oficialmente la reelección de Rafael Grossi como Director General. Su segundo mandato de cuatro años comenzará en diciembre.

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