ARGENTINA

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Dieciocho bancos de Argentina fueron allanados el jueves (05.10.2023) en todo el país por la presunta fuga de 400 millones de dólares mediante maniobras de importación, mientras el Gobierno enfrenta una nueva crisis cambiaria, a días de las elecciones presidenciales del 22 de octubre.
Unas 157 empresas denunciadas por las autoridades «simularon operaciones de importación, nunca importaron nada y giraron al exterior por 400 millones de dólares», dijo el titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), Guillermo Michel, en un allanamiento en el centro de Buenos Aires.
Las operaciones investigadas se realizaron entre 2020 y 2022 mediante «maniobras ilegales que consisten en sacar los dólares del sistema financiero» y transferirlos a Estados Unidos, detalló el funcionario.
Los allanamientos de la Aduana y de la División Lavado de Dinero de la Policía Federal argentina realizados en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Bahía Blanca involucraron, además de los bancos, a estudios contables y sociedades financieras.
Las autoridades argentinas realizan periódicamente allanamientos en «cuevas» o casas de cambio ilegales en el centro de Buenos Aires que comercian el dólar informal, demandado por personas argentinas y turistas. El jueves, este dólar llamado «blue» cotizaba a 843 pesos, con una brecha de más de 130% respecto de la cotización oficial.
A 12 días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, las cotizaciones de dólares financieros usados por las empresas para obtener divisas continúan subiendo.
La economía en prácticamente toda América Latina avanza en la senda de la recuperación. Tanto el FMI, a principios del verano, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL), en septiembre, mejoraron sus previsiones de crecimiento para la región, con Panamá y Paraguay a la cabeza, pero impulsada sobre todo por las dos mayores economías latinoamericanas, México y Brasil. Estos dos países han sabido seguir la estela del auge de Estados Unidos y de China, sus principales socios económicos, respectivamente.
En la otra punta de este panorama de moderado optimismo se encuentra Argentina, cuya economía se espera que se contraiga hasta un 3 por ciento este año. Es uno de los únicos dos países del continente ─junto con Chile, al que se le pronostica una leve caída del 0,3 por ciento─ que no van a crecer este año. La sequía que ha azotado este año el país, muy dependiente de las exportaciones agrícolas, es sin duda una de las causas. Pero no la única.
La economía es allí uno de los principales temas en la campaña electoral. Este domingo 1º de octubre, el candidato revelación Javier Milei, en un tono más moderado que el habitual, se presentó en el primer debate previo a las elecciones del próximo 22 de octubre como el único «en condiciones de terminar con la inflación y la inseguridad». Su fórmula: desregulación y privatizaciones; con las que, aseguró, en 20 años Argentina podría alcanzar el nivel de vida de Alemania.
Un reciente estudio de la Universidad de Buenos Aires (UBA) destacaba que, «por primera vez en treinta años, los principales rubros del índice de precios al consumidor (IPC) aumentaron por encima del 100 por ciento anual».
Matías De Luca, del Centro RA de la Facultad de Economía de esta Universidad, destaca, junto al «pico de inflación», otros aspectos del «frágil escenario financiero» de Argentina: «el Banco Central se ha quedado sin reservas (de hecho son negativas), el sector agropecuario atravesó una de las sequías más agresivas en las últimas décadas (lo cual nos supuso 20.000 millones de dólares en exportaciones) y, en medio, elecciones presidenciales que inundan el escenario de incertidumbre, especialmente por lo opuestos que son los planes económicos según el candidato».
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