Turquía ataca posiciones kurdas en Siria

INTERNACIONAL

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Foto: getarchive.net

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La alianza armada liderada por kurdos Fuerzas de Siria Democrática (FSD) elevó este viernes a 15 el número de muertos, ocho de ellos civiles, en la campaña de ataques que Turquía perpetra contra sus áreas desde el jueves y que justifica como represalia por un reciente atentado en Ankara.

Según un comunicado de las FSD, en las últimas 24 horas las tropas turcas han lanzado decenas de bombardeos con cazas y drones, así como ataques terrestres con artillería y armas pesadas contra un gran número de puntos del norte y noreste de Siria controlados por las autoridades kurdosirias.

El pasado miércoles, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, anunció que su país lanzaría ataques «masivos» contra objetivos kurdos en Irak y Siria, en represalia por un atentando suicida perpetrado el 1 de octubre contra el Ministerio del Interior en Ankara.

Ambos atacantes pertenecían supuestamente a la guerrilla kurda de Turquía, el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), pero Fidan aseguró que habían recibido entrenamiento en Siria.

Sin embargo, en su comunicado de hoy las FSD volvieron a acusar a Turquía de utilizar el atentado de la semana pasada como «pretexto» para lanzar un «asalto a gran escala» en Siria y recordaron que las autoridades turcas no han proporcionado «pruebas» para apoyar sus alegaciones.

La coalición liderada por kurdos, aliada estadounidense, prometió que responderá «con firmeza» contra «cualquier ataque que amenace la seguridad» de sus áreas. Poco antes había anunciado que ayer mató a cinco soldados turcos en sendas operaciones en la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria.

Hace casi un año, Ankara ya había lanzado una mortal campaña de bombardeos y ataques contra el norte de Siria, después de realizar acusaciones similares contra los kurdosirios en relación a otro atentado que causó seis muertos en Estambul.

Al pisar territorio chino el jueves 21 de septiembre, el líder sirio Bashar al Assad rompió con 20 años sin visitar ese país. Un día después se reunió con el presidente Xi Jinping en Hangzhou y el sábado 23 de septiembre ambos participaron en la ceremonia inaugural de los XIX Juegos Asiáticos.

El gobernante sirio está aislado internacionalmente luego de que su régimen tomara medidas radicales contra la población de su país en las protestas de 2011, lo que derivó en una guerra civil que perdura, con menos intensidad, hasta hoy. Contra las fuerzas de Al Assad se acumulan acusaciones por el uso de gases venenosos, torturas y ejecuciones.

Hubo que esperar hasta mediados de mayo de este año para que Al Assad pudiera participar por primera vez en una reunión internacional, en Yeda, Arabia Saudita. Entonces, la Liga Árabe readmitió a Siria en su seno, una decisión que no cayó bien en Occidente. Ahora sigue la visita a China.

La televisora estatal CCTV informó sobre la llegada de Al Assad a Hangzhou con una transmisión en vivo de 35 minutos en Sina Weibo, una de las plataformas sociales más populares de China. Se trató de una cobertura inusual cargada de simbolismo.

«Hoy anunciaremos la formación de una asociación estratégica entre China y Siria, que será un hito histórico en nuestras relaciones bilaterales», dijo Xi. «Ante una situación internacional llena de inestabilidad e incertidumbre, China está dispuesta a seguir trabajando con Siria para brindar un fuerte apoyo mutuo, promover una cooperación amistosa y defender juntos la equidad y la justicia», agregó.

China apoya a Siria en su lucha por «resistir la injerencia extranjera y la intimidación unilateral, así como en la preservación de la independencia nacional, la soberanía y la integridad territorial». Pekín quiere apoyar a Damasco «en la reconstrucción y en el fortalecimiento de las capacidades antiterroristas», agregó Xi.

A diferencia de Irán y Rusia, China no apoyó directamente a Siria durante la parte más cruda de la guerra civil. Sin embargo, Pekín sí brindó respaldo en otras áreas, y bloqueó ─junto a Rusia─ al menos ocho veces distintas resoluciones de la ONU contra Damasco, gracias a su poder de veto.

En octubre de 2017, la agencia estatal china Xinhua informó que el régimen de Xi Jinping estaba dispuesto a colaborar con la reconstrucción de Siria. Con inversiones estratégicas en ese país, los chinos podrían obtener acceso a los puertos mediterráneos de Latakia y Tartus, abriendo nuevas perspectivas para su proyecto de nueva «Ruta de la Seda».

Para Alfred Wu, de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Singapur, la visita de Al Assad a China no es ninguna sorpresa, porque Xi siempre busca desafiar a la ONU. «Es poco probable que con esta visita se amplíe el proyecto de la nueva ruta de la seda, porque China ya no tiene capacidad financiera para agrandar esa iniciativa. Xi está más preocupado de demostrar que es el líder del sur global», dijo Wu a DW. Esa sería también la razón por la que viajó a la cumbre de los BRICS en Sudáfrica, pero no a la del G20 en India.

Pekín ha recibido en los últimos meses a varios altos líderes de países condenados al ostracismo por Occidente. La visita de Al Assad es otra señal de esa estrategia, afirma Wu. Sin embargo, Assad no puede pretender que esto le sirva para descongelar su aislamiento en Occidente. «Por ahora solo puede viajar a China. Ningún país occidental lo recibiría», apunta el experto.

Haid Haid, del think tank londinense Chatham House, escribió en redes sociales que la reunión con Xi serviría para que Al Assad intente convencer a China de entregar ayuda para la recuperación económica de Siria. El comunicado oficial tras el encuentro entre Xi y Al Assad aseguró que Pekín está listo para fortalecer la cooperación y aumentar las importaciones de productos agrícolas sirios de alta calidad. Sin embargo, aún no se sabe cuánta ayuda financiera recibirá Damasco tras esta alianza oficial y lo que Xi llamó «asociación estratégica».

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