Bandera de Azerbaiyán en Nagorno Karabaj

INTERNACIONAL

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Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev / Foto: President of the Republic of Azerbaijan

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El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, viajó este domingo a Stepanakert, la capital de Nagorno Karabaj, región que estaba en manos de separatistas armenios y fue reconquistada por Bakú en septiembre tras una breve ofensiva militar.

Es la primera vez que Aliyev, de 61 años, se desplaza a Nagorno Karabaj desde su ascenso al poder en 2003, cuando sucedió a su padre Heydar Aliyev.

«Ilham Aliev izó la bandera de Azerbaiyán en la ciudad de Khankendi (el nombre azerbaiyano de Stepanakert) y pronunció un discurso», indicó la presidencia en un breve comunicado.

El mandatario, vestido con un traje militar, según imágenes publicadas por su oficina, también izó la bandera en otras tres localidades de Nagorno Karabaj.

El gobierno azebayiano logró en septiembre una victoria militar en 24 horas frente a los separatistas armenios en este territorio azerí donde la minoría armenia intentó una fallida independencia, nunca reconocida por la comunidad internacional.

Azerbaiyán y Armenia se han enfrentado en dos guerras por el control del territorio, una en los años 1990 tras la disolución de la Unión Soviética, y la otra en 2020, en la que Bakú resultó victorioso.

Una misión de la ONU llegó el domingo pasado a Nagorno Karabaj, la primera en tres décadas, anunció Azerbaiyán, después que este enclave separatista fallido perdiera casi toda su población armenia después de la victoriosa ofensiva militar azerbaiyana.

El grupo buscará principalmente evaluar las necesidades humanitarias, declaró un portavoz de la presidencia azerbaiyana a la agencia de noticias AFP.

Del enclave han salido más de 100.000 personas que se refugiaron en la vecina Armenia tras la operación militar azerbaiyana, indicó el gobierno de Ereván.

Nagorno Karabaj, de mayoría armenia y cristiana, intento la secesión de Azerbaiyán con apoyo de Armenia, de mayoría musulmana, durante la desintegración de Unión Soviética.

Desde entonces, los armenios de este territorio, que contaron con apoyo de Ereván, estuvieron enfrentados al poder de Azerbaiyán y libraron dos guerras, una entre 1988 y 1994 y la última a finales de 2020, en la que perdieron varios territorios.

La ofensiva relámpago con la que Bakú recuperó el control efectivo de este territorio dejó cerca de 600 muertos. Los combates también se cobraron la vida de unos 200 soldados de cada lado.

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