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Un caza chino se acercó a un bombardero estadounidense B-52 sobre el mar de China Meridional, en lo que el ejército estadounidense calificó de maniobra peligrosa.

El piloto del caza J-11 voló por debajo y por delante de la aeronave estadounidense a una distancia de unos 3 metros «de forma insegura y poco profesional» y «demostró malas artes aéreas», declaró el Mando Indopacífico de Estados Unidos.

Un video difundido por el ejército estadounidense muestra el incidente que se produjo de noche y con poca visibilidad, «de manera contraria a las normas internacionales de seguridad aérea», señaló Estado Unidos.

Estados Unidos y China se han acusado mutuamente en repetidas ocasiones de comportamiento peligroso en el mar y en el aire en el Indopacífico. En esta ocasión, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, culpó a los estadounidenses de la situación inestable en el mar de China Meridional. Dijo que el hecho de que el ejército estadounidense opere a las puertas de China es la causa de los riesgos de seguridad en el mar y en el aire.

El incidente se produjo durante la visita a Washington del ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, que se reunió con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y que se reunirá con el consejero de Seguridad Nacional de EE. UU., Jake Sullivan.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió el viernes con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, a quien llamó a responder juntos a «los desafíos globales» antes de una posible visita a Washington del líder chino Xi Jinping.

Biden dijo al jefe de la diplomacia china Wang Yi que Washington y Pekín deben «gestionar la competencia en la relación bilateral de manera responsable y mantener líneas de comunicación abiertas», anunció la Casa Blanca.

Con el conflicto entre Israel y Hamás en Oriente Medio como telón de fondo, Biden también «subrayó que Estados Unidos y China deben trabajar juntos para abordar los desafíos globales», añadió.

Wang Yi realiza una inusual visita de dos días a Washington, donde mantuvo también conversaciones con el secretario de Estado, Antony Blinken, y está previsto que lo haga con el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, había dicho el jueves que las conversaciones de esta semana eran un «hito en el esfuerzo por mantener abiertas las líneas de comunicación con la República Popular China».

Sullivan prevé plantear «áreas de preocupación», incluido el comportamiento de China en el Mar de China Meridional.

Las conversaciones podrían servir para preparar una futura visita de Xi Jinping a Estados Unidos, posiblemente al margen de la cumbre de Apec (Cooperación Económica Asia-Pacífico), que se celebrará en San Francisco a mediados de noviembre.

Wang dijo, tras reunirse con Blinken el jueves, que su país pretende «estabilizar las relaciones» con Estados Unidos y «reducir los malentendidos» tras años de tensiones.

Reconoció, no obstante, que aún surgirán diferencias y dijo que China responderá a ellas «con calma», porque «lo que está bien y lo que está mal no está determinado por quién tiene el brazo más fuerte o la voz más fuerte».

*Imagen ilustrativa.

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