Voluminosa deuda del sector privado argentino

ARGENTINA

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Ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa / Foto: Ministerio de Economía (Presidencia de la Nación)

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La deuda externa del sector privado de Argentina se situó a finales del segundo trimestre del año en 93.400 millones de dólares, informaron fuentes oficiales el jueves.

De acuerdo con un informe difundido por el gobierno argentino, la deuda externa privada mostró una subida en 4.809 millones de dólares con respecto al primer trimestre de este año.

El documento indica que este ascenso trimestral estuvo explicado «por el incremento de la deuda comercial, ya que la deuda financiera registró cancelaciones netas».

Según el reporte del Banco Central, la deuda externa comercial del sector privado totalizaba 55.442 millones de dólares al 30 de junio pasado, observándose una subida de 4.971 millones en el trimestre y de 11.603 millones en la comparación interanual.

El Informe explica que está vigente un sistema para financiar el pago de importaciones «que permite a las empresas que actúan tanto como importadoras y exportadoras financiar la compra de insumos con sus propios proveedores o con líneas de crédito internacional, de bancos extranjeros o locales, y luego aplicar las divisas del cobro de exportaciones para la cancelación del financiamiento».

Es así que las empresas relacionadas fueron las que más financiamiento otorgaron para este tipo de operaciones, por un total al 30 de junio de US$ 20.704 millones, con un incremento de US$ 5.050 millones en el año.

El periódico Der Tagesspiegel, de Berlín, analiza:

«Así que, de nuevo, el peronismo: el panorama político argentino experimenta por segunda vez un resultado que no previeron las encuestas. En las primarias, el economista radical-liberal Javier Milei había provocado un terremoto político con su triunfo, catapultándose a los titulares internacionales. Pero el domingo de las elecciones, el «peronismo» de izquierda, aglutinado en torno al ministro de Economía Sergio Massa, ganó la primera vuelta con un 36,6 por ciento de los votos.

Ahora las cartas se barajan por tercera vez. El 19 de noviembre se enfrentarán Massa y Milei, quien obtuvo el 30 por ciento de los votos. Las opciones son el continuismo o un cambio político radical. Lo decidirá ese 33,4 por ciento que esta vez no votó ni por Massa ni por Milei. (…)».

«En sí, el resultado (de la primera vuelta) ya es una sorpresa. El solo hecho de que un Gobierno con casi un 140 por ciento de inflación y algunos casos de corrupción tenga una oportunidad de ser reelegido, muestra qué opinión tienen los argentinos de las alternativas. A todas luces, la descolorida y falta de ideas Patricia Bullrich y el radical y a veces agresivo Milei propagan más temor y rechazo que entusiasmo».

El rotativo Süddeutsche Zeitung, de Múnich, plantea:

«Para Argentina, el resultado implica otras cuatro semanas de espera e incertidumbre, en un país donde los ánimos ya están extremadamente tensos. Por un lado, está la economía: la inflación es de un 138 por ciento, el 40 por ciento de la población vive bajo el límite de la pobreza y uno de cada diez argentinos sufre incluso miseria. A eso se suma una serie de escándalos políticos, desde nepotismo hasta corrupción.

Parecía que, por eso, muchos electores habían dado la espalda a los partidos tradicionales y sus políticos. El mayor beneficiario era el derechista libertario Javier Milei. Hasta hace un par de años, la mayoría de los argentinos lo conocía a lo sumo por programas de debate en la televisión. Allí contaba de sus cinco mastines clonados o daba cátedra sobre sexo tántrico. Milei niega el cambio climático antropogénico y defiende a voz en cuello tesis radicales libertarias de «mercado en vez de Estado». (…)».

«La gran pregunta es cómo se comportarán en la segunda vuelta los electores de los candidatos derrotados, entre los que hay partidos de izquierda, al igual que clásicos conservadores. ¿Están lo suficientemente furiosos como para votar por Milei? ¿O será después de todo demasiado grande el miedo al candidato derechista libertario y su radical plan de la ‘motosierra’, de manera que optarán, a pesar de todo, por Sergio Massa?».

El diario suizo Neue Zürcher Zeitung apunta que el propio ministro de Economía, Sergio Massa, aceleró aún más la inflación argentina con regalos electorales, que financió imprimiendo billetes:

«Pero el programa de los regalos electorales de Massa es posible, sobre todo, porque recibe respaldo del exterior. En primer lugar, está el Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washington, que sigue abasteciendo de créditos a Argentina, pese a que el Gobierno no cumple ninguno de los acuerdos sellados. Pero ahora ha entrado en escena también China, como generoso otorgador de créditos. (…) El presidente de Argentina, Alberto Fernández, viajó a Pekín y recibió del presidente Xi Jinping un canje de créditos por valor de 6.500 millones de dólares, cuatro días antes de la primera vuelta de las elecciones. (…)».

«Para China, el préstamo forma parte de una estrategia a largo plazo para tener presencia en la segunda economía de Sudamérica. (…) Ahora que China ha emergido como prestamista de Argentina, es poco probable que Washington deje el campo a su rival geopolítico sin luchar y continúe apoyando a Argentina a través del FMI. Estas son buenas noticias para el candidato Massa».

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