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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió por sorpresa el viernes en la Casa Blanca al canciller chino Wang Yi, lo que supone el encuentro de mayor rango que ha tenido el mandatario con un funcionario chino en el último año.

La reunión, que no estaba en la agenda de Biden, recuerda a la que tuvo también por sorpresa el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, con el presidente de China, Xi Jinping, en su viaje a Pekín del pasado junio.

Según un breve comunicado de la Casa Blanca, Biden expresó ante Wang que «Estados Unidos y China tienen que gestionar su rivalidad y su relación de manera responsable, con líneas de comunicación abiertas» y «trabajar juntos para afrontar los retos globales».

Asimismo, le trasladó sus condolencias por la muerte del ex primer ministro chino, Li Keqiang, fallecido de un infarto a los 68 años.

El encuentro duró cerca de una hora y Biden expresó su deseo de volver a reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, según reveló en una posterior rueda de prensa telefónica John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.

Biden recibió al canciller chino cuando Wang visitó la Casa Blanca para entrevistarse con el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, tras mantener dos días de reuniones con Blinken en el Departamento de Estado.

Washington lleva meses intentando limar asperezas con Pekín, una necesidad que ahora cobra todavía más urgencia ante el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.

En concreto, Estados Unidos quiere que China utilice su influencia sobre Irán para disuadir al país persa de entrar en la guerra y evitar un conflicto regional.

Los encuentros en Washington entre Blinken y Wang también han servido para preparar un posible encuentro entre Biden y Xi en los márgenes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará a mediados de noviembre en San Francisco.

El presidente chino Xi Jinping expresó que China está dispuesta a colaborar con Estados Unidos con tal de gestionar sus diferencias y trabajar para responder a los desafíos globales, informaron medios estatales chinos en comentarios recogidos por varias agencias.

Xi pronunció estas declaraciones a través de una carta enviada con motivo de la cena de gala anual del Comité Nacional de Relaciones Estados Unidos-China, que tuvo lugar este martes en la ciudad de Nueva York. En su mensaje, el mandatario chino subrayó la importancia de los principios de «respeto mutuo, convivencia pacífica y cooperación mutua», sobre los que Pekín defiende que cimenta sus relaciones bilaterales.

En tiempos en que los desafíos globales requieren una «acción conjunta», la cooperación internacional para abordarlos es «importante», destacó el líder chino.

Las palabras de Xi llegan un día antes de la anunciada visita a Washington este jueves del ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, donde se reunirá con su homólogo estadounidense Antony Blinken.

Además, se espera que el presidente chino se reúna con el gobernador de California (Estados Unidos), Gavin Newsom, según varias agencias con base en informaciones de los propios medios estatales del país asiático. Newsom se verá también con otros altos cargos para debatir la cooperación climática, el desarrollo económico y el turismo, y fomentar intercambios culturales.

«California y China tienen la clave para resolver la crisis climática», dijo el gobernador en un comunicado anunciando su visita.

A principios de octubre, Xi afirmó que la relación entre Washington y Pekín «determinará el destino de la humanidad», tras reunirse con la primera delegación de senadores de Estados Unidos que visitó China en cuatro años.

Se cree que este reciente acercamiento entre Pekín y Washington podría desembocar en noviembre en una reunión entre el presidente estadounidense Joe Biden y Xi en San Francisco, en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico.

La relación entre Pekín y Washington se ha resentido con fuerza en los últimos años a cuenta de la guerra comercial y tecnológica, la imposición de sanciones, el conflicto de Taiwán y la invasión rusa de Ucrania, sobre la que China ha mantenido una postura ambigua, pero sin llegar a condenarla.

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