¡Qué problema!, escribe Hugo Flombaum

OPINIÓN

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Candidato liberal, Javier Milei / Foto: Vox España

Por Hugo Flombaum, analista político. Columnista de LaCity.com.ar.

Lectura: 6 minutos

Quizás la amplia mayoría de los argentinos ya ha tomado la decisión sobre su voto en el ballotage. O la tomarán en la última semana hablando con sus afectos o escuchando a su entorno.

No es a ellos a los que me quiero dirigir, es a los que dudan por razonamientos más complejos o a aquellos que han decidido por argumentos políticos.

Si la duda tiene que ver con el fin del kirchnerismo o de la preminencia de Cristina Fernández, quédense tranquilos, gane quien gane el fin de eso está garantizado.

Por Milei porque lo expresa cada vez que puede.

Por Massa por su génesis. Está garantizado que no es Alberto Fernández que es un político con una vocación de poder y una voracidad por tomarlo todo que doy por seguro que nada de lo precedente a él seguirá en pie si de él depende.

Seguramente muchas de las dudas de los que pretenden que ese proceso termine esta aseveración ayudará a resolverlas.

Ahora bien, reducir la problemática argentina a un movimiento político coyuntural o a una persona en particular aun con la innegable capacidad que ella tenga es por lo menos ingenuo.

Tenía pocas dudas los primeros días, pero el miércoles y jueves posteriores a las elecciones de octubre de 2023 me zanjaron la totalidad. Primero por la reacción de los políticos profesionales que habían perdido en las internas de la oposición y por fin por un muy buen reportaje realizado a Federico Storani por radio.

Le inútil sobrerreacción de una parte del radicalismo y una parcialidad del PRO sin cargos ejecutivos por delante es más que sospechosa. ¿Cuál fue el motivo, cual el objetivo?

Se comprende en los gobernadores en funciones y reelectos, también en los recientemente electos, que durante la campaña dieron su posición, pero ahora con la responsabilidad que tiene por delante se comprende que no la den.

Es absolutamente correcto que lo haga la fórmula que logró el tercer puesto no como directiva, que no lo fue, sino como postura. Es una responsabilidad de un candidato votado decir a sus votantes cuál es su postura.

La sobreactuación de los perdedores tiene motivos inconfesables. A cualquiera que le interese, no muchos, hacer un mínimo esfuerzo para analizar esas acciones no tardará mucho en darse cuenta de la miserabilidad de la acción.

Lo que creo que es inevitable es sacar una conclusión de los dichos del veterano, político radical.

Habló de la defensa de la democracia y de la república. Habló de la defensa de su partido y culpó a las malas coyunturas macroeconómicas que sufrieron los gobiernos radicales y el de Macri por sus fracasos. Acoto las mismas que nuestros vecinos.

Ahí comencé a convencerme de la importancia de cerrar definitivamente el proceso iniciado hace 40 años. Los de mayor decadencia de nuestro país.

Vuelvo ahora a las opciones que tenemos. No hace falta mucho esfuerzo para colegir que ninguna entusiasma.

Una de ellas, Massa, es por su acción, por su discurso, por su historia la continuidad, mejor o peor no interesa, del mismo proceso.

Lo de Milei es indescifrable, pero por lo menos no tiene ni en su discurso ni en sus acciones y compromisos nada que asegure ese continuismo.

Resetear a nuestra democracia es indispensable, sino, en un mundo tan complejo el retorno a la violencia política y las dictaduras será lo que hoy no es, una alternativa.

Argentina tiene un 30% de la población rehén del estado, por fanatismo ideológico, por dependencia laboral y económica o por dependencia vital. El conurbano, y para que muchos entiendan razones, tiene ciento de miles de familias con viviendas construidas en lotes con posesión precaria.

Esa irregularidad no es por dolo es por acción y decisión de los políticos de turno que de esa manera se aseguran la dependencia de esos rehenes.

Todos los intendentes tienen herramientas legales para resolver esas anomalías en poco tiempo, no lo hacen.

Este 30% es el piso de votos del cual parten los cultores de este sistema. Los que se le agregan son los que viven de la inflación. Por contratos con el estado, por contrataciones sospechosas. Empresarios que sobreviven por protecciones inútiles. Y otros arribistas.

Argentina tiene que resolver una antinomia, por su sobrevivencia. O deja de vivir de renta y toma el camino del desarrollo o su continuidad estará en duda.

De lo que estoy seguro, porque lo dice, es que Sergio Massa no tiene en su cabeza un plan de desarrollo. Si tiene a Vaca Muerta, el litio y la minería, menciona el campo por obligación, pero sabe que de alguna manera le hará pagar su fiesta a ese sector, que es el más productivo e integrado al mundo del país. Esto es vivir de renta.

Si analizamos cómo votaron los electores de las ciudades ligadas a la bioeconomía nos daremos cuenta de cuál es nuestro camino.

Milei tampoco habla de esos planes, pero en su entorno están los que más saben de ese tema, eso me tranquiliza. Lo que si habla es de la resolución de los problemas de la macroeconomía nacional

Y coincido con casi todas sus propuestas. La dolarización ya está realizada en la práctica o en el deseo de la gran mayoría de los argentinos. Para contratar a un herrero en el oeste del conurbano pagamos 40 dólares por día de trabajo.

Lo del Banco Central es más simple de explicar. Pregunto ¿España, Italia, Grecia y decenas de países de Europa tienen Banco Central? No, ¿Por qué no lo tienen? Porque no pudieron garantizar la estabilidad de sus monedas, porque la inflación los carcomía.

Pues bien creo que la propuesta es correcta, da mucha pena que a pesar de muchas propuestas e intenciones el Mercosur no haya logrado tener un Banco Central a resguardo de las ocasionales dirigencias políticas. El motivo fue el poder que han tenido y tienen los que lucran con las monedas.

Resumiendo. Estabilidad, Desarrollo, Seguridad, Justicia, Salud y Libertad para los rehenes. Nada de esto se escucha en esta campaña.

Por eso RESETEO.

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