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La policía francesa detuvo al multimillonario ruso Alexei Kuzmichev, uno de los cofundadores del grupo Alfa, que está en el punto de mira de las sanciones de la UE contra Rusia. Kuzmichev está bajo sospecha de fraude fiscal y violación de sanciones, según informaron fuentes cercanas al caso.

El oligarca ruso fue detenido a última hora del lunes en Saint-Tropez, en la Costa Azul. La policía llevó a cabo redadas en varios lugares relacionados con el magnate, incluida su casa de París.

La Unión Europea incluyó a Kuzmichev en una lista de ciudadanos rusos objeto de sanciones en marzo de 2022, tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Según la UE, el Alfa Bank, en el que Kuzmichev tiene una gran participación, es uno de los mayores contribuyentes de Rusia, y el propio empresario se cuenta entre las personas más influyentes de ese país, con estrechos vínculos con el presidente Vladímir Putin.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov señaló: «lo que tengo entendido, es que se trata de un ciudadano de la Federación Rusa, por lo que deberíamos recibir información de su caso a través de nuestra misión diplomática», dijo Peskov a los periodistas. Y agregó, «una vez que recibamos la información, y si el detenido así lo desea, ayudaremos, por supuesto, a proteger sus derechos como ciudadano ruso».

Los países de la Unión Europea renovaron este miércoles (26.07.2023) durante seis meses las sanciones a individuos y entidades rusos por la invasión de Ucrania, entre ellos al presidente Vladímir Putin y al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Las medidas restrictivas también afectan, entre otros, al líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, a los responsables de las matanzas en las ciudades ucranianas de Bucha y Mariúpol, a los responsables de la deportación de niños ucranianos a Rusia, a oligarcas y a diputados de la Duma (Parlamento).

En total, la UE ha sancionado a casi 1.800 personas y entidades, que tienen prohibido entrar al territorio comunitario y tienen congelados los bienes y activos en la UE.

Los Veintisiete ya renovaron la semana pasada las sanciones económicas a Rusia que incluyen restricciones al comercio, las finanzas, la tecnología y los bienes de doble uso (civil y militar), la industria, el transporte y los artículos de lujo.

También abarcan la prohibición de la importación o transferencia de petróleo crudo transportado por mar y determinados productos petrolíferos de Rusia a la UE, la eliminación del sistema internacional SWIFT de varios bancos rusos y la suspensión de las actividades de radiodifusión y de las licencias de varios medios de desinformación respaldados por el Kremlin.

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